HACIA
UNA PROGRAMACIÓN EFICAZ
- La programación
Radial: Palimpsesto y mapa de la cultura urbana contemporánea.
- De radio en radio:
El escenario radiofónico.
Inmersos en el devenir, en
el cambio constante de los últimos tiempos, somos conscientes de que hay muchas
innovaciones determinantes para la cultura contemporánea. La radio, con todos
sus elementos, es un claro ejemplo de esto.
No voy a decir que la
radio tenga una influencia todopoderosa en la formación de la opinión pública o
en la evolución de la sociedad, pero es necesario aceptar que su influencia es
singularmente importante. De ahí surge la responsabilidad de quienes poseen,
producen, administran, operan y dirigen la radio: porque pueden poner en juego
la capacidad crítica, la imaginación, y el estímulo de los sentidos.
Es muy difícil enseñar al
hombre a vivir, es mucho más fácil transmitir los logros de la civilización.
La radio al igual que
otros medios de comunicación, como resultados de un proceso industrial, ha
caído en una profunda crisis de humanismo, y por eso intento recordar, lo poco
que somos en el universo, lo pretencioso que es el hombre y lo ridículo de su
actuación.
La radio como medio de
comunicación no es la panacea que resuelve todo. La radio es simplemente eso:
Un medio. De nosotros depende su contenido ¿Podremos iniciar el camino para que
enseñemos al hombre a salir del marasmo, de la rutina, de ser un vegetal casi
inconsciente? ¿Podremos enseñarle simplemente a vivir?
Para aclarar el tema de la
programación radial hablaremos de dos imágenes que nos permitirán entender y
estudiar el conjunto de la misma: Mapa; en cuanto a la programación, este ayuda
a construir modelos de la vida cotidiana de una comunidad, para hacer una
programación radial debemos buscar, ordenar y jerarquizar la información que obtengamos a partir de la convivencia con
determinada población. Palimpsesto; en cuanto a la programación, están registradas
varias escrituras de la vida social que
coexisten y luchan. Recordemos que palimpsesto es un manuscrito en donde se ha
borrado una escritura par atener espacio disponible y seguir escribiendo. Y eso
es una programación radial: un manuscrito donde coexisten gran cantidad de
escrituras, las que bajo ciertos procedimientos las podemos hacer salir en
flote.
Gracias a los medios se
construye y destruye la hegemonía, que viene hacer la audiencia. Se lucha por
tener un espacio propio para lanzar las estrategias culturales particulares, de
esta manera se justifica que las emisoras dentro de su programación tengan a
los noticieros como horarios eje, que se les destine el mejor horario.
Cometeríamos un grave
error al decir que el éxito de los noticieros responde únicamente a las
estrategias que utilizan los grupos hegemónicos, al afirmar esto se diría que los noticieros son exitosos porque así lo
quisieron los medios.
Dentro de la programación
radial están registradas las diversas estrategias de comunicación, las
heterogéneas visiones de la audiencia y las muchas estrategias culturales del
conjunto de la sociedad.
La programación nace
cuando los diferentes actores sociales se expresan, luchan y se encuentran para
la construcción de un consenso social y comunicativo.
También diremos que la
programación muestra los usos del tiempo y las visiones que sobre esos tiempos
tiene la industria en la domesticación
de la vida cotidiana.
La programación muestra
como las industrias de la cultura se pliegan a los ritmos de las audiencias por
medio de cierta sincronización entre sus horarios y la rutina de sus clientes,
por ejemplo dentro de ella tenemos bloques musicales de todos los géneros del
mundo entero, muchos de estos han sido adoptados por la programación para llegar
de una mejor forma a su audiencia. Esto muchas veces ha conllevado a un proceso
de desnacionalización y pérdida de la identidad, puesto que al querer disfrutar
de los contenidos de la radio, en muchos de los casos pasamos de ser oyentes
activos a audiencia pasiva, cambiante y de fácil manipulación.
A la
programación radiofónica tradicional, estructurada en torno a una parrilla de
contenidos previsibles le ha sucedido Internet, un nuevo ecosistema de mensajes
y contenidos individuales”. Según este autor, la programación ha estado
íntimamente relacionada con la innovación tecnológica y afirma que la
tecnología ha sido la principal fuente de transformación de la radio. Según él,
la tecnología ha transformado la programación homogénea –generalista- y heterogénea
–especializada-, hasta llegar a una insospechada autogestión de contenidos.
Para él, la programación radiofónica es el resultado final, agrupado y
estructurado sobre criterios temporales de los programas –parrilla- que propone
una emisora a la audiencia.
Debemos tener en cuenta
también que la programación radial ayuda al fortalecimiento de la relación
entre sociedad, nación y audiencia, esto se explica en algunos noticieros que
sienten y perciben a su audiencia como sensacionalista que busca información
para satisfacer sus intereses personales.
El hacer radio es producir
de manera cotidiana la programación que da vida a una radio y que a su vez se
acopla con la relación entre ésta y la audiencia. Se trata aquí de determinar,
qué, cuándo y dónde transmitiremos nuestros contenidos a nuestra audiencia y también se trata de saber
para quien está diseñado toda nuestra programación radial.
La programación radiofónica
es la previsión de los programas que van a ser emitidos en nuestra emisora,
aquí se ubican los distintos espacios y programas en las horas del día, de manera
que puede apreciarse la secuencia a lo largo de la jornada de transmisiones. En
ese sentido, García Jiménez explica que la programación muestra una organización
doble (2000, 27). Por un lado, los programas aparecen yuxtapuestos y son sucesivos
(organización interna diacrónica o secuencial). A la vez, se produce una
competencia entre programas de distintas emisoras que disputan la misma franja
horaria (organización sincrónica o simultánea). Así se evidencia el propósito
doble de la programación, que es tanto seleccionar y ubicar los programas, como
diseñar las transiciones entre ellos y definir una imagen coherente y
consistente de la emisora.
Debemos recordar que la
programación radial va a depender, fundamentalmente, de los gustos del público
que queremos alcanzar. A partir de las convivencias que se hayan obtenido con
anterioridad y guiándonos también de los gustos y preferencias de nuestra
audiencia se logrará establecer el estilo y programación de la radio.
Pero actualmente en las
radios no únicamente mandan los gustos de la audiencia, es mas no hay estudios
de audiencia, por el contrario hay emisoras que no toman en cuenta el parecer
del público. Los locutores y programadoras deciden la música en base a lo que a
ellos les gusta. O en base a un software que combina a su antojo los temas que
hay en la discoteca. Estas emisoras no toman en cuenta la demanda. Es por
ello que últimamente por ejemplo un perfil musical elaborado exclusivamente a
partir de los gustos primarios del público acabará moliendo los mismos discos,
repitiendo las 30 ó 40 canciones de moda que las disqueras quieren imponer. En
este caso, la radio no tiene oferta.
Como futuros comunicadores debemos tener en cuenta que programar es una
técnica, pero, al mismo tiempo, también es un arte: la técnica y el arte de
idear, realizar y presentar unos contenidos que brinden un servicio al tipo de
audiencia al que se dirige la emisora acorde con los principios editoriales de
la empresa, los recursos humanos y técnicos de los
que se dispone y los parámetros reales del mercado en el que se emite. Además
de la relación comunicativa que una emisora entabla con su audiencia, la
programación también es el modo y la forma de idear y organizar el tiempo
radiofónico de acuerdo a una actuación concreta.
Al igual que el término programación radiofónica, el término modelo de
programación puede definirse de diferentes maneras. Martí Martí resume que,
para algunos el modelo de programación formaliza los objetivos básicos de una
programación de acuerdo con los objetivos institucionales fijados por la
emisora o cadena; para otros, se trata simplemente de una manera de modelar los
contenidos y los géneros en la parrilla, algo así como un arquetipo de diseño
de la parrilla o reloj de programación. En este último sentido, el modelo
programático constituye el arquetipo del diseño de programación de una emisora.
Teniendo presente los criterios de análisis de este artículo, el modelo
de programación deriva de la actuación radiofónica de la emisora. Es un
concepto que hace referencia a la estrategia empresarial de la emisora y al
diseño narrativo del relato radiofónico en el tiempo. En la actualidad, la
mayoría de las cadenas de radio disponen de la estrategia de multiproducto de
programación. La personalidad de la cadena y sus formas principales de
comunicación se manifiestan a través de diferentes programaciones
complementarias y no competitivas entre sí. El multiproducto de programación se
plantea sobre la distinción básica de radio segmentada, radio especializada, y
Radio A fórmulas. Una distinción asentada tanto en el ámbito académico como
profesional.
Desde un punto de vista programático, Martí Martí asegura que
es “la radio clásica de programas variados dispuestos a lo largo del día con el
objetivo de atraer en cada momento al mayor número de oyentes”
La radio segmentada, es cuando hay una selección de públicos,
puede ser por ejemplo: juveniles, infantiles, etc.
La radio especializada es la estrategia empresarial y
programática que se basa en la información de un área del conocimiento
determinada para asistir a una parte específica de la audiencia potencial de la
emisora con un producto radiofónico exclusivo. Se caracteriza por la
sectorización de los contenidos.
La especialización de contenidos responde a una exigencia de
la segmentación de la audiencia que, cada vez más, exige una mayor
profundización en el tratamiento informativo.
En cuanto a la manera de crear y estructurar el tiempo
radiofónico que no es más que la
programación, guarda una relación directa con el modelo por el que se decide la
emisora una vez definido su propósito principal de comunicación.
En conclusión, no debemos olvidar que la programación radial, es un arte, donde como comunicadores debemos proponer contenidos, que la audiencia requiera en base a la convivencia que tengamos con ella y sobre todo hay que recordar que el hacer radio es producir de manera cotidiana la programación que da vida a una radio y que a su vez se acopla con la relación entre ésta y la audiencia; de esta manera estamos contribuyendo a formar interrelaciones entre la Comunidad y los medios, sin dejar de lado el reconocimiento y valoración de nuestra identidad.