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viernes, 4 de octubre de 2013

HACIA UNA PROGRAMACIÓN  EFICAZ

- La programación Radial: Palimpsesto y mapa de la cultura urbana contemporánea.
- De radio en radio: El escenario radiofónico.



Inmersos en el devenir, en el cambio constante de los últimos tiempos, somos conscientes de que hay muchas innovaciones determinantes para la cultura contemporánea. La radio, con todos sus elementos, es un claro ejemplo de esto.
No voy a decir que la radio tenga una influencia todopoderosa en la formación de la opinión pública o en la evolución de la sociedad, pero es necesario aceptar que su influencia es singularmente importante. De ahí surge la responsabilidad de quienes poseen, producen, administran, operan y dirigen la radio: porque pueden poner en juego la capacidad crítica, la imaginación, y el estímulo de los sentidos.
Es muy difícil enseñar al hombre a vivir, es mucho más fácil transmitir los logros de la civilización.
La radio al igual que otros medios de comunicación, como resultados de un proceso industrial, ha caído en una profunda crisis de humanismo, y por eso intento recordar, lo poco que somos en el universo, lo pretencioso que es el hombre y lo ridículo de su actuación.
La radio como medio de comunicación no es la panacea que resuelve todo. La radio es simplemente eso: Un medio. De nosotros depende su contenido ¿Podremos iniciar el camino para que enseñemos al hombre a salir del marasmo, de la rutina, de ser un vegetal casi inconsciente? ¿Podremos enseñarle simplemente a vivir?
Para aclarar el tema de la programación radial hablaremos de dos imágenes que nos permitirán entender y estudiar el conjunto de la misma: Mapa; en cuanto a la programación, este ayuda a construir modelos de la vida cotidiana de una comunidad, para hacer una programación radial debemos buscar, ordenar y jerarquizar la información  que obtengamos a partir de la convivencia con determinada población. Palimpsesto; en cuanto a la programación, están registradas varias escrituras de la vida social  que coexisten y luchan. Recordemos que palimpsesto es un manuscrito en donde se ha borrado una escritura par atener espacio disponible y seguir escribiendo. Y eso es una programación radial: un manuscrito donde coexisten gran cantidad de escrituras, las que bajo ciertos procedimientos las podemos hacer salir en flote.
Gracias a los medios se construye y destruye la hegemonía, que viene hacer la audiencia. Se lucha por tener un espacio propio para lanzar las estrategias culturales particulares, de esta manera se justifica que las emisoras dentro de su programación tengan a los noticieros como horarios eje, que se les destine el mejor horario.
Cometeríamos un grave error al decir que el éxito de los noticieros responde únicamente a las estrategias que utilizan los grupos hegemónicos, al afirmar esto se diría  que los noticieros son exitosos porque así lo quisieron los medios.
Dentro de la programación radial están registradas las diversas estrategias de comunicación, las heterogéneas visiones de la audiencia y las muchas estrategias culturales del conjunto de la sociedad.
La programación nace cuando los diferentes actores sociales se expresan, luchan y se encuentran para la construcción de un consenso social y comunicativo.
También diremos que la programación muestra los usos del tiempo y las visiones que sobre esos tiempos tiene la industria en la domesticación  de la vida cotidiana.
La programación muestra como las industrias de la cultura se pliegan a los ritmos de las audiencias por medio de cierta sincronización entre sus horarios y la rutina de sus clientes, por ejemplo dentro de ella tenemos bloques musicales de todos los géneros del mundo entero, muchos de estos han sido adoptados por la programación para llegar de una mejor forma a su audiencia. Esto muchas veces ha conllevado a un proceso de desnacionalización y pérdida de la identidad, puesto que al querer disfrutar de los contenidos de la radio, en muchos de los casos pasamos de ser oyentes activos a audiencia pasiva, cambiante y de fácil manipulación.
A la programación radiofónica tradicional, estructurada en torno a una parrilla de contenidos previsibles le ha sucedido Internet, un nuevo ecosistema de mensajes y contenidos individuales”. Según este autor, la programación ha estado íntimamente relacionada con la innovación tecnológica y afirma que la tecnología ha sido la principal fuente de transformación de la radio. Según él, la tecnología ha transformado la programación homogénea –generalista- y heterogénea –especializada-, hasta llegar a una insospechada autogestión de contenidos. Para él, la programación radiofónica es el resultado final, agrupado y estructurado sobre criterios temporales de los programas –parrilla- que propone una emisora a la audiencia.
Debemos tener en cuenta también que la programación radial ayuda al fortalecimiento de la relación entre sociedad, nación y audiencia, esto se explica en algunos noticieros que sienten y perciben a su audiencia como sensacionalista que busca información para satisfacer sus intereses personales.
El hacer radio es producir de manera cotidiana la programación que da vida a una radio y que a su vez se acopla con la relación entre ésta y la audiencia. Se trata aquí de determinar, qué, cuándo y dónde transmitiremos nuestros contenidos a  nuestra audiencia y también se trata de saber para quien está diseñado toda nuestra programación radial.
La programación radiofónica es la previsión de los programas que van a ser emitidos en nuestra emisora, aquí se ubican los distintos espacios y programas en las horas del día, de manera que puede apreciarse la secuencia a lo largo de la jornada de transmisiones. En ese sentido, García Jiménez explica que la programación muestra una organización doble (2000, 27). Por un lado, los programas aparecen yuxtapuestos y son sucesivos (organización interna diacrónica o secuencial). A la vez, se produce una competencia entre programas de distintas emisoras que disputan la misma franja horaria (organización sincrónica o simultánea). Así se evidencia el propósito doble de la programación, que es tanto seleccionar y ubicar los programas, como diseñar las transiciones entre ellos y definir una imagen coherente y consistente de la emisora.
Debemos recordar que la programación radial va a depender, fundamentalmente, de los gustos del público que queremos alcanzar. A partir de las convivencias que se hayan obtenido con anterioridad y guiándonos también de los gustos y preferencias de nuestra audiencia se logrará establecer el estilo y programación de la radio. 
Pero actualmente en las radios no únicamente mandan los gustos de la audiencia, es mas no hay estudios de audiencia, por el contrario hay emisoras que no toman en cuenta el parecer del público. Los locutores y programadoras deciden la música en base a lo que a ellos les gusta. O en base a un software que combina a su antojo los temas que hay en la discoteca. Estas emisoras no toman en cuenta la demanda. Es por ello que últimamente por ejemplo un perfil musical elaborado exclusivamente a partir de los gustos primarios del público acabará moliendo los mismos discos, repitiendo las 30 ó 40 canciones de moda que las disqueras quieren imponer. En este caso, la radio no tiene oferta. 
Como futuros comunicadores debemos tener en cuenta que programar es una técnica, pero, al mismo tiempo, también es un arte: la técnica y el arte de idear, realizar y presentar unos contenidos que brinden un servicio al tipo de audiencia al que se dirige la emisora acorde con los principios editoriales de la empresa, los recursos humanos y técnicos de los que se dispone y los parámetros reales del mercado en el que se emite. Además de la relación comunicativa que una emisora entabla con su audiencia, la programación también es el modo y la forma de idear y organizar el tiempo radiofónico de acuerdo a una actuación concreta.

Al igual que el término programación radiofónica, el término modelo de programación puede definirse de diferentes maneras. Martí Martí resume que, para algunos el modelo de programación formaliza los objetivos básicos de una programación de acuerdo con los objetivos institucionales fijados por la emisora o cadena; para otros, se trata simplemente de una manera de modelar los contenidos y los géneros en la parrilla, algo así como un arquetipo de diseño de la parrilla o reloj de programación. En este último sentido, el modelo programático constituye el arquetipo del diseño de programación de una emisora.

Teniendo presente los criterios de análisis de este artículo, el modelo de programación deriva de la actuación radiofónica de la emisora. Es un concepto que hace referencia a la estrategia empresarial de la emisora y al diseño narrativo del relato radiofónico en el tiempo. En la actualidad, la mayoría de las cadenas de radio disponen de la estrategia de multiproducto de programación. La personalidad de la cadena y sus formas principales de comunicación se manifiestan a través de diferentes programaciones complementarias y no competitivas entre sí. El multiproducto de programación se plantea sobre la distinción básica de radio segmentada, radio especializada, y Radio A fórmulas. Una distinción asentada tanto en el ámbito académico como profesional.
Desde un punto de vista programático, Martí Martí asegura que es “la radio clásica de programas variados dispuestos a lo largo del día con el objetivo de atraer en cada momento al mayor número de oyentes”
La radio segmentada, es cuando hay una selección de públicos, puede ser por ejemplo: juveniles, infantiles, etc.
La radio especializada es la estrategia empresarial y programática que se basa en la información de un área del conocimiento determinada para asistir a una parte específica de la audiencia potencial de la emisora con un producto radiofónico exclusivo. Se caracteriza por la sectorización de los contenidos.
La especialización de contenidos responde a una exigencia de la segmentación de la audiencia que, cada vez más, exige una mayor profundización en el tratamiento informativo.
En cuanto a la manera de crear y estructurar el tiempo radiofónico que no es más que  la programación, guarda una relación directa con el modelo por el que se decide la emisora una vez definido su propósito principal de comunicación.
En conclusión, no debemos olvidar que la programación radial, es un arte, donde como comunicadores debemos proponer contenidos, que la audiencia requiera en base a la convivencia que tengamos con ella y sobre todo hay que recordar que el hacer radio es producir de manera cotidiana la programación que da vida a una radio y que a su vez se acopla con la relación entre ésta y la audiencia; de esta manera estamos contribuyendo a formar interrelaciones entre la Comunidad y los medios, sin dejar de lado el reconocimiento y valoración de nuestra identidad.





¿CÓMO SE MIDEN LAS AUDIENCIAS?


- De la medición de la audiencia al conocimiento de los públicos
- El estudio de recepción den América Latina: Perspectivas  teórico-metodológicas.


Para algunos el término de audiencia puede resultar ambiguo. Este término hace énfasis en la necesidad de reflexionar la comunicación ya no solo desde su aspecto de producción técnica del mensaje, sino desde la realidad cotidiana donde es interpretada y donde otras realidades influyen en lo que el público hace con este mensaje; los retóricos fueron los primeros en manifestar esta necesidad de conocer al otro para convencer. En la actualidad, y sobre todo en castellano, el término se ha asociado con el marketing.
Muchas veces las personas nos preguntamos, cómo y por qué los medios de comunicación, conocen cuántas personas consumen los medios. En este documento, hablaremos acerca de la medición de las audiencias, puesto que conocer el tamaño y la composición de la audiencia resulta imprescindible para los medios.
El número de personas que conforman el publico y las características socio demográficas, tales como son sexo, edad, clase social o lugar de residencia, son aspectos importantes para que se desarrolle un medio de comunicación.
Una de las técnicas que se utiliza es la técnica del sondeo, que es una medición estadística tomada a partir de encuestas destinadas a conocer la opinión pública. Estas mediciones se realizan por medio de muestreos que, usualmente, están diseñados para representar las opiniones de una población llevando a cabo una serie de preguntas y, luego, extrapolando generalidades en proporción o dentro de un intervalo de confianza.
De esta técnica se define entre los números resultantes de las mediciones quien es nuestra audiencia real. En el sondeo se recoge datos representativos de la población estudiada, como se sabe también hay detractores de esta técnica, por lo que se recomienda la utilización de aparatos que sean capaces de cuantificar el consumo mediático de manera automática; muchos son los instrumentos que con el tiempo se han utilizado para el registro de la duración del consumo de los medios; para la televisión se utilizo el audímetro. En el caso del internet, son los rastros de la persona que consume el medio, gracias a las páginas web que utiliza y también se usan programas informáticos que desde nuestro ordenador puede registrar el uso que se hace del mismo.
El objetivo principal de utilizar a la tecnología, para la medición de la audiencia es el de reducir la mano de obra, al momento en el  que se requiera la opinión de la misma, por ello se busca aparatos o sistemas que puedan hacer ese trabajo de forma veraz e inmediata, desde luego  lo que se quiere es también evitar al encuestador y evitar tomarle tiempo innecesario al encuestado. Pero como se sabe, no todo siempre es posible, por lo tanto en Países extensos en territorio se optan por sistemas automáticos y no automáticos.
Al momento de valorar los resultados de determinado tipo de medición de audiencia es necesario analizar los siguientes aspectos: a) tipo, b) tamaño, c) criterios de selección y d) tipología de clasificación final. Todos estos permiten la presentación de los datos finales.
Dentro de la tipología de las muestras, podemos encontrar a las probabilísticas que son donde se puede incluir a cualquier miembro del universo, puesto que poseen las mismas características, por el otro lado encontramos a las muestras no probabilísticas, que no son más que las que implican que no todos sus miembros poseen las mismas características. La muestra fija, se caracteriza por que sus componentes se mantienen en el tiempo y espacio, mientras que la muestra variable se aplica en el trabajo de campo, cuando nos basamos en la entrevista, que dicho sea de paso, es la más indicada cuando deseamos mantener contacto con nuestra gente, y sentir que nuestra programación fue hecha por los requerimientos, preferencia e intereses por parte de la sociedad.
El sociólogo español Javier Callejo distingue cuatro elementos fundamentales para entender este concepto: a)una sociedad de consumidores b) medios de comunicación masivos c) anunciantes interesados en el conocimiento de la proyección de sus inversiones en publicidad y d) investigación empírica (Callejo, 2001,17); la propuesta teórica de Orozco (2000, 113-128) sobre las múltiples mediaciones que atraviesan a la audiencia matiza mucho mejor este concepto, Thompson (1998a, 62 y sig.) por su parte, sin hablar de audiencias pero sí de recepción, caracteriza el proceso como activo, hermenéutico, situacional, rutinario y habilidoso. La noción tradicional de audiencia se ve trastocada a partir de la interacción que se posibilita con medios como Internet y la televisión digital, donde la comunicación es más que una “actualización del sentido unilateralmente generado o difundido” (Fuentes, 2000, 53). La investigación de audiencia está más preocupada por los ciudadanos que por los consumidores.
Más preocupada habitualmente por los procesos que por el registro del número de receptores. En publicidad se ha empezado a trabajar desde la investigación cuantitativa pues se ha comprobado su eficacia para este tipo de investigaciones.
El hecho de que los medios sirvan a los anunciantes como trampolín para llegar a los clientes potenciales, es también una de las razones por la que los sondeos se han convertido en una herramienta importante en el sector; representan una vía de ingresos que, desde el punto de vista empresarial, aseguran en muchos casos la propia existencia del medio. Por esta razón sus responsables tienen que conocer los intereses de los anunciantes y establecer con ellos relaciones efectivas. Anunciantes y medios se necesitan. Aquéllos, para difundir sus mensajes y llegar a su público, éstos, para financiar parcial o totalmente su actividad.

Lo que los anunciantes compran al pagar por el espacio/ tiempo de los medios es la oportunidad de contacto con sus públicos objetivo, por eso ha surgido una especialidad dentro de la investigación de mercados a la que llamamos investigación de audiencias y un experto en esta tarea, el investigador de medios.

La investigación de audiencias estudia los medios de comunicación masivos como instrumentos de transmisión publicitaria de los anunciantes, centrándose en tres aspectos básicos:
  • la cantidad y calidad de las audiencias de cada medio,
  • la estructura de los medios (soportes) y
  • el contenido publicitario (cantidad y calidad de la publicidad mediática).
El trabajo de medición de audiencias se ocupa de contestar a la primera pregunta básica: ¿cuántos son los que ven, leen, oyen, etc. cada medio y cada soporte? La cantidad de audiencia que ofrecen es un elemento prioritario para establecer las tarifas publicitarias, es decir, los precios que va a tener que pagar cualquier anunciante que quiera aparecer en ellos, con independencia de la negociación particular que consigan. En principio, puede decirse que a mayor audiencia, mayor éxito publicitario.  No obstante, el aspecto cuantitativo no es el único que se considera, la segunda pregunta que se hace la investigación de audiencias es ¿quiénes son y cómo son las audiencias de cada medio y soporte? Y, por último, ¿cuál es su comportamiento ante ellos?

La medición de audiencias se lleva a cabo mediante el registro y actualización periódica de datos. A partir de ellos, anunciantes y agencias toman sus decisiones de inversión, por lo que la confianza en la información es una condición importante. Dado que el coste de realización de estos estudios es muy elevado, la alternativa para contar con tal información es doble:
  • Trabajar con los datos que facilitan los soportes sobre su audiencia, perfil y, en algunos casos, duplicaciones.
  • Acudir o pertenecer a sociedades independientes dedicadas a la realización de estos estudios.
Debemos también recodar las labores fundamentales de la radio, que son las de la de informar, educar y entretener a la sociedad. La radio, es emisora de contenidos, y en ello se basa para valorar la efectividad de sus estrategias y con ello tratar de llegar a un mejor número de oyentes.
Ahora bien, a pesar de las continuas estrategias de mejora por parte de las empresas sondeadoras, los sistemas de medición tradicionales, están en crisis y la causa puede decirse es la personalización; osea la fragmentación de las audiencias, y es un claro problema puesto que la audiencia ahora queda repartida en diferentes partes, debido a la especialización.
En un estudio realizado en los últimos años, se observan, en la prensa, expectativas de recuperación, se frena el descenso en la difusión y aparecen nuevas iniciativas, con nuevos títulos y sitios web.
La radio se mantiene como tercer gran medio de comunicación, únicamente superado por la televisión y la prensa y mantiene un importante papel en la normalización lingüística de los medios.

En el ámbito de la televisión, el periodo está marcado por el apagón analógico y la implantación de la televisión digital terrestre (TDT). De 56 canales disponibles en el año 2008 se pasó a 109 en 2010. En este punto destaca la importancia de mantener la actual forma de financiación de la televisión pública, incluida la publicidad.
En cuanto a América Latina, los estudios culturales, encuentran una buena acogida entre los estudiosos que tienen como objeto el análisis las practicas de comunicación alternativa y popular de los movimientos sociales.
Los trabajos de investigadores como Renato Ortiz (La mundialización de la cultura) y Jesús Martín Barbero (De los medios a las mediaciones) han sido fundamentales para estimular el interés de los investigadores y consolidar este campo de estudios en nuestra región. Everardo Rocha, con sus trabajos sobre antropología del consumo, también ha colaborado mucho para la constitución de este campo de estudios, junto a otros investigadores de las ciencias sociales que tienen influencia en el campo de la comunicación.
Estos estudios son un conjunto de reflexiones que sirvieron para dar continuidad o para consolidar y abrir caminos, hacia la legitimidad de un pensamiento científico latinoamericano autónomo y comprometido para contribuir con la transformación de los desiguales sistemas de comunicación en el área de la recepción de los medios de comunicación.
Se intenta comprender cómo los medios de comunicación de masas llegan a convertirse en los grandes mediadores de las interacciones colectivas. O, incluso,  de cómo los medios se transforman, de forma creciente, en espacios donde ”no solamente se reproducen las ideologías, sino que también se hace y se rehace la cultura de las mayorías“
La investigación en recepción de los mensajes provenientes de los medios, asegura que el consumo está unido a la experiencia de la ciudadanía para investirse de un carácter de distinción y de solidaridad y  conformar una dinámica de apropiación colectiva de bienes culturales  y comunicacionales que pueden ser generadores de acciones políticas de ciudadanía.
Los estudios sobre medios de comunicación han interactuado con las ciencias sociales y no pueden considerarse como un espacio disciplinario por sí mismos;  el de la comunicación es un campo que a menudo se ha visto marginado con respecto al campo mayor de las ciencias sociales, situación que, si bien aún prevalece, parece que está modificándose en el actual panorama de la investigación social, donde se observa una tendencia clara a la inter y transdisciplinariedad; y la meta-investigación es necesaria para avanzar en la consolidación de los estudios sobre comunicación.
La comunicación aparece como un campo de disputas por la visibilidad (voz y rostro) en el mundo globalizado. El campo cultural está cada vez más dominado por las instancias del mercado. De esta manera, la concepción de la cultura como patrimonio que debe ser protegido por el Estado por medio de apoyos y leyes de incentivo convive con una concepción más mercadológica de las industrias culturales, en su mayor parte productos de grandes conglomerados multinacionales cuyos intereses son siempre más comerciales que propiamente culturales.
A  manera de conclusión diremos que gracias a estos estudios de recepción se intenta comprender cuánto quienes y por qué consumen los medios y cómo estos llegan a convertirse en los mediadores de la realidad existente. Por ello, es importante que las personas que trabajamos en los medios conozcamos a nuestra audiencia, y de cómo los mensajes que transmitimos influyen en la misma; es decir evaluemos sus gustos y preferencias y hagamos nuestras las necesidades que posean, y todo es to se puede lograr si convivimos con ellos.





EL PAPEL DE LA AUDIENCIA RADIAL
La audiencia de la radio. De los oyentes a los usuarios
De la audiencia ignorada al poder de las audiencias



Al abordar este tema, acerca del papel que cumplen hoy en día las audiencias de radio en nuestra sociedad, me refiero a que a esta la conforman personas, que por alguna circunstancia de la vida, recibe un mensaje en un tiempo y espacio determinado, y estudiaremos también, cuál es el rol con el que cumplen las personas al tratar de captar el mensaje y decodificarlo; y qué tanto influye este sobre la conformación de la opinión pública.
Con el transcurrir del tiempo, y con la llegada y acceso a las nuevas tecnologías, ha dotado de una gran transformación a este medio, como es la radio, el mundo globalizado de hoy en día, ha hecho que los que manejamos los medios, fragmentemos a nuestra audiencia, puesto que ahora es importante hacer esto para un mejor consumo de este medio, por parte de la sociedad. Como se recuerda, en los inicios de la radio, solo se resaltaba a la audiencia como homogénea, solo se pensaba que era un grupo que poseía los mismos intereses, gustos y preferencia; pero gracias a todos estos cambios que han surgido, ahora podemos crear espacios de interés para grupos fragmentados.
Uno de los efectos de la fragmentación es la descentralización y diversificación y, en consecuencia, el fin de la comunicación de masa. La audiencia todavía es masiva, pero ya no es masa en el sentido tradicional en que un emisor emitía para múltiples receptores. Ahora disponemos de una multiplicidad de emisores y receptores, y por lo tanto de una multiplicidad de mensajes, y como consecuencia, la audiencia se ha vuelto activa y selectiva (Tubella, 2005:59).
Como recordamos hasta hace poco los medios hablaban y las audiencias solo se limitaban a escuchar, lo mismo sucedía con las empresas, hasta hace poco ellas comunicaban y los consumidores tomaban una acción.
Con la llegada de la variedad de canales de televisión, unos cuantos periódicos y algunas emisoras radiales podemos llegar a más del 90% de la población. Entonces nos asalta una gran duda, ¿al otro lado nos estarán escuchando?
Cada vez más los consumidores están consumiendo contenidos especializado para sus propios intereses. ¿Por qué habría de suscribirse a una revista de mascotas cuando lo que quiere es saber de perros pequineses? ¿Y por qué esperarla cada mes cuando puedo tenerla diariamente en mi correo electrónico de manera gratuita?
Los contenidos masivos (salud, moda, deportes, política y farándula por nombrar algunos) cada vez son menos masivos. Cada vez más las personas deciden el contenido que quieren consumir y la fuente de donde lo consumen. Cada vez más los medios tenderán a especializarse y el contenido será la razón de preferencia.
Son las mismas comunidades las que están generando el contenido a través de blogs, páginas independientes y redes sociales. Para audiencias fragmentadas, medios especializados. Ya no hay una única manera de llegar al consumidor, pues ya no hay un único consumidor, hay cientos.
Cada vez es más difícil interpretar las investigaciones de mercado, pues ya no hay una única tendencia o uno o dos grupos donde podamos clasificar el grueso de las conclusiones. La sección de “otros” es ahora el mayor porcentaje de la gráfica. Ahora “otros” está conformado por una cantidad de pequeños grupos de intereses diversos.
Como se recuerda a partir de los últimos años, la audiencia ha mutado y ha pasado de ser homogénea a heterogénea y a regir su programación de acuerdo y adecuado debido a que ya se conocen las características más relevantes de las personas, tales como: edad, sexo, profesión ocupación, residencia, hábitos de consumos, entre otros.
Cabe resaltar que las nuevas tecnologías que imperan en nuestro sistema, han hecho posible la inclusión de contenidos cada vez más recientes y especializados y que pueden llegar hasta la manipulación de estos contenidos de los que estamos hablando. Y gracias a ello se puede dar paso a una fragmentación de audiencia, que dicho sea de paso su  concepto está relacionado con la proliferación de la transmisión de TV y estaciones de TV por cable que se encuentran disposición de los consumidores y que ha dividido la audiencia de divididos en varios grupos, que comparten las mismas características.
Luego de esta constante fragmentación de la audiencia, surge la denominada Hiperfragmentacion, que no es otra cosa más que lo que llamaremos una radio personalizada, donde el oyente decidirá qué, cómo y cuándo oír radio; mientras que el usuario cuándo, cómo y qué descargar.
Gracias a lo que acontece debido a la aparición y uso de  las nuevas tecnologías, en cuanto a la recepción del mensaje, podemos advertir a un oyente maduro, que logra decidir lo que le interesa por sí mismo. Esta hiperfragmentacion, hace posible la emancipación de la audiencia, y que ésta su vez, determina un tipo de audiencia individual, debido a las muchas alternativas y mecanismo de gestión de la información.
Como se sabe, las nuevas tecnologías han hecho posible desarrollar programas para ahora, por ejemplo, poder acceder a la radio a través del internet, y así se convierte en usuario de la radio en la Red.
La fragmentación de audiencias también es producto de tecnologías que permiten a los consumidores evitar los contenidos publicitarios. La más básica es el cambio de canales de televisión (zapping) que permite al telespectador 'huir' de los mensajes publicitarios.
Entre las tecnologías más avanzadas destacan Replay TV y Tivo. La televisión interactiva puede ser otro ejemplo de cómo las nuevas tecnologías permiten al consumidor evadir la publicidad, algo nada bien visto por la industria, hasta el punto de que algunos usuarios de vídeos digitales han demandado a los estudios de cine y empresas de medios para defender su derecho a "saltarse los anuncios".
Los compradores de medios se preguntan cómo pueden planificar una campaña de publicidad eficiente en tiempos en que la división del público puede obstaculizar la llegada del mensaje publicitario a un sector amplio de la población. Además, saben que la tecnología facilita que los consumidores no presten atención a la publicidad si así deciden hacerlo.
La respuesta del mundo de la publicidad parece apuntar a que el contenido y la publicidad de los medios van a ir cada vez más de la mano. Moralmente, esta fusión entre contenido y publicidad despierta muchas controversias, pero es sabido que, para bien o para mal, la lógica comercial suele imponerse. Y ésta reza que si los recursos tecnológicos permiten al usuario huir de la publicidad, habrá que fundir sutilmente información-entretenimiento y publicidad.
Ahora bien, luego de abordar la hiperfragmentacion de la audiencia en cuanto al consumo de los medios; hablaremos ahora acerca de la actitud que los oyentes tienen hacia la radio.
Antes de llegar a esta situación de evolución tecnológica actual en los medios, tanto en las herramientas como en el empleo que se hace de ellas, la situación no comenzó igual de apacible con los nuevos modelos que planteaba la integración de Internet en lo que respecta al mundo de la comunicación. La prensa comenzó desde el principio una cruzada contra estas nuevas herramientas que proporcionaba la red; sin embargo poco a poco fue incluyendo en sus periódicos online estos instrumentos hasta entonces desconocidos. Comenzaron a usarse en aquel momento encuestas, foros y comentarios que permitían al lector integrarse en la noticia y participar en ella de una forma más activa. En la actualidad esta interacción ha crecido gracias por un lado al uso de nuevas fórmulas como redes sociales o participación ciudadana -sobre todo en formato audiovisual-, y por otro lado al propio incremento del uso de Internet por parte de los ciudadanos.
Las audiencias ya no son lo que eran hasta hace algunos años y los medios de comunicación ya no conocen completamente a sus consumidores.  El contexto del consumo informativo también ha cambiado.  El diario ya no se lee por la mañana en la mesa del desayuno antes de salir a trabajar o a media mañana junto con el cafecito en la oficina.  Las noticias ya no se oyen necesariamente por la radio a medio día, a menos que te movilices en colectivo, y la televisión no informa en los horarios que los directores de programación habían franjeado.
Prueba de ello es la creación de canales de transmisión de 24 horas de noticias, incluyendo los canales locales que transmiten (por decirlo de alguna manera) los portales web informativos de medios como RPP, El Comercio, etc.  Otra prueba es el alargue de los noticieros nacionales tradicionales en 30 minutos, para así poder llegar a la audiencia que viaja y que valida los costos que invierten los anunciantes. Estos informativos mantienen actualizadísimos sus portales informativos con los reportes de último minuto, precisamente porque la mayor parte de sus consumidores no los escuchan, sino que los leen.  Y no necesariamente a través de la pantalla del computador, sino que a intervalos (Burbujas de Ocio. Igarza, 2011) y a través de sus Smartphone.
Las audiencias se sienten más cómodas que nunca en un escenario horizontal donde cada consumidor de medios y redes sociales es igual a los demás, tanto para producir contenido como para consumirlo, distribuirlo (retwittearlo, compartirlo,  etc) o comentarlo.
No vale decir ya que la audiencia tiene más poder que antes de la aparición de Internet.  Cabe decir que la audiencia tiene el poder.”
Es cierto que, en ocasiones, esta participación se ha entendido más bien en un sentido débil para hacer referencia a la posibilidad, por ejemplo, de que el público asista en directo a la realización de un programa. Sin embargo, el concepto de participación del que aquí se parte va más lejos y entiende que la participación permite que los oyentes intervengan con sus comentarios, quejas, sugerencias, etc., en el contenido de las emisiones. Desde un punto de vista más formal, la participación de los oyentes en los programas de radio quedaría definida como aquella formula participativa posibilitada por los profesionales de la radio que, mediante la disposición de cauces convencionales y a través de un ejercicio de mediación profesional en la última etapa del proceso comunicativo, facilita un contacto e intercambio provisional entre los roles de emisor y receptor y hace posible que los oyentes intervengan en el contenido de las emisiones.

El usuario deja de ser un simple receptor de información, consumidor sedentario de los medios tradicionales, y adopta un papel activo frente una oferta completa y heterogénea de contenidos que él mismo puede seleccionar según sus necesidades. José Luis Orihuela los denomina “prosumidores”, pues no sólo se convierten en consumidores de medios interactivos sino que llegan a participar incluso en la producción de contenidos ¿Qué ocurrirá mañana, cuando nuestros medios locales ya no requieran de periodistas ni reporteros para producir contenido informativo?   optarán por una reconvención y enriquecerán el contenido publicando sendos reportajes y dejando la información breve a los comunicados de prensa y los contenidos generados por la propia audiencia consumidora?. Difícil de responder hoy, pero no por ello debemos obviar el debate. El futuro está a la vuelta de la esquina y nuestros medios locales no les basta ser “locales” y ofrecer contenido propio. Las audiencias están hambrientas de información breve, fácilmente digerible, entretenida y no les importa la redacción espontánea. Y si viene formateada para su consumo Movil, mejor aún.
En conclusión, ahora nos encontramos frente a audiencias empoderadas, que lo que hacen  es mostrar actitudes criticas frente a los medios de comunicación; es por ello que

como comunicadores debemos proponer que la programación que desde ahí se emita, sea una información veraz, objetiva y proponente, para que la audiencia siga actuando porque ella desea hacerlo, tal vez influenciada un poco por lo que se le transmita, pero siempre actuando mas por convicción que por obligación.