DE
LA MANO CON LAS AUDIENCIAS
RESUMEN:
El
periodismo radial, debe ir siempre de la mano con las audiencias, ya que los
que hacemos radio, nos debemos a ellos, pues
recogemos la información, la
analizamos y la damos a conocer para que sean ellos los que creen sus imágenes visuales y se realice
interacción entre el medio y la audiencia; pero para ello hay que saber cómo y
de qué manera contar las noticias.
PALABRAS
CLAVES: Audiencias, géneros radiofónicos, periodismo radial, locutores, participación.
DESARROLLO:
Es raíz de esto todos los
medios de comunicación, buscaron e implementaron nuevas formas para darles de
esta forma participación a su audiencia, Luis Pastor dice que esta función de
los medios que buscan responder al público, él denomina Gestión de Audiencias,
ya que su único principio es descubrir cómo encontrar audiencias en un medio de
comunicación para llegar a un periodismo participativo. La escucha es un primer movimiento que acarrea otra de
consecuencias trascendentales. El periodista escucha a su público, para que
este le aporte información y se implique en el medio. La escucha del publico fueron
el sístole y la diástole del corazón del periodismo cívico; la ciudadanía se
convirtió en proveedora de información de los medios de comunicación (Fouhy,
1995).
Debemos de recalcar que
cualquiera sea el medio de comunicación, siempre para sobrevivir debe tener un
público que lo consuma ya que son ellos quienes en muchos de los casos son los
gestores de la información que se emitirá en determinado medio. Además la tarea
del periodismo cívico o participativo es no solo fomentar el diálogo entre los
ciudadanos y publicar sus aportaciones sino que esto ha hecho evidente que un gran número de
ciudadanos se ha vuelto experto en una cuestión o tema concreto dando así lugar
a los líderes de información.
Por periodismo cívico,
comunitario, de contacto con la comunidad o de interés público, se entiende la
acción de "retomar contacto con la comunidad, descubriendo lo que los
lectores quieren y abriendo espacios para charlas de temas del interés
público", sostiene el periodista brasileño Carlos Castilho.
Los medios de comunicación
debían ser capaces, según el periodismo cívico o participativo de combinar
todas las aportaciones tanto de los expertos como de los ciudadanos, en función
del interés que tuvieran en cada caso cada una de ellas: “Hablando con más
cautela el periodista debe entender claramente lo que debe saber por el público
que no puede saberlo por nadie más, y lo que necesita saber por expertos, que
no puede saberlo por nadie más. El periodismo debe crecer directamente de este
conocimiento (Charity, 1995). Esto nos quiere decir que nosotros como periodistas
debemos ayudarnos mayormente de todas las aportaciones que el publico nos
ofrece para de esta forma emitir una buena información y que esta sea consumida
por gran parte de la audiencia, que a su vez
pueda hacer suyo lo que hemos transmitido y así convertirnos en gestores
de la participación ciudadana; ya que debemos tener en cuenta que el periodista
ha sido moldeado para gestionar información, seleccionarla y explicarla para
que el publico la entienda y comprenda, pues es esta la nueva función del periodista
El periodismo ha activado al
ciudadano, puesto que lo ha escuchado y lo ha implicado en las informaciones,
permitiendo que dialogaran entre ellos y lograran llegar así a consensos, o
marquen los asuntos que sean de interés, este periodismo ha permitido facilitar
la relación entre ciudadanos y periodistas, pero el peligro que siempre ha
acechado al periodista que intenta mediar de manera directa entre los
ciudadanos es que acaben tomando partido en el hecho o que se coloquen de lado
de alguna de las partes.
La participación del público
en los programas de radio, es una característica fundamental; Por eso, debemos,
como buenos periodistas hacer que el publico participe y que su participación
aporte a la mejora de un producto periodístico y también que aporte a la mejora de
relación del medio – audiencia; pero para ello debemos tener en cuenta
que pasos debemos seguir para animar la participación de nuestro público, para
ello es recomendable saber cuál es nuestro mercado objetivo para de ahí crear
nuestros géneros o formatos
periodísticos y darlos a conocer de una manera que podamos atraer la atención,
y por ende gocemos con la participación ciudadana.
Como sabemos, la radio es un
medio por excelencia, y gran parte de ello se lo debe a las audiencias, por
ello quien hace radio debe aprender el manejo de las herramientas, necesarias
para contar y construir los relatos informativos, pues esto es una ciencia, una
técnica y un arte difícil de adquirir.
Una ciencia que deriva de la naturaleza sonora del medio que impone unas normas
de funcionamiento específico, una técnica a la que hay que cuidar y pulir cada
día, para conseguir la eficacia comunicativa
y que se adquiere para la construcción de un relato interesante, de la
presentación autorizada y creíble, así como de una producción cuidada y una
programación coherentemente planificada; por ello debemos aprender a hacer un
buen tratamiento radiofónico de la información, delimitando los criterios de
selección y valoración de noticias así como también debemos saber reconocer las
fuentes de dicha información.(Martínez, 2002)
La radio es un medio de
comunicación en el que interviene solamente un tipo de mensaje, el sonoro y un
solo sentido, el oído, a través del cual se perciben los mensaje emitidos y los
oyentes tienen mayores limitaciones que en otros medios, es por ello que el
periodista radiofónico debe tener en cuenta los aspectos que condicionan la
comprensión de los mensajes y el debe contribuir con una buena redacción y
locución; como sabemos para la redacción es recomendable utilizar un estilo
directo y escribir frases sencillas directas y concretas, para no producir la complejidad de la información; en cuanto a
la locución de los textos informativos, tienen que basarse en una correcta
vocalización de los fonemas para evitar confusiones. Hay que tener en cuenta
que el oyente se va a quedar con lo más importante, va a realizar una selección
de los contenidos, que le ofrecen, los va a interpretar, por lo que demos
escribir y hablar de una manera lógica y ordenada; la voz del locutor en
la radio resulta tan importante. Es más, resulta casi mágica; porque como el
medio es sonido, la voz se convierte en el principal instrumento de trabajo de
los periodistas radiofónicos. Se transforma en el enlace con el oyente, en el
puente que materializa la comunicación con la audiencia, en el hilo invisible
que conduce las informaciones. Como ésta es su importancia, debemos entonces
exigir a los que nos hablan por la radio unas determinadas cualidades en sus
voces. Porque no toda voz resulta mágica, aunque casi todas pueden alcanzar a
serlo.
El oyente tiene derecho a
oír y a entender, y los locutores de radio están obligados a hablar de modo tal
que, como mínimo se les oiga y entienda, otra cuestión a la que se le toma
mucha importancia es la pronunciación y la modulación de la voz y la
entonación.
La voz, como grano de lo
imaginativo, siembra en el oyente una serie de posibilidades que germinan con
el tiempo y dan como resultado que el radioescucha encuentre una manera de
integrarse al "nosotros" que le propone el locutor (quien antes
postulaba el tú), con toda la carga social que representa el habla pública. Con
la radio, el habla pierde su carácter privado y se inserta en lo social, para
ser un gran nosotros que no pasa por alto a nadie. La radio, asegura la
lingüista Josefina Vilar, "es habla pública, en esta caben todos los
géneros de la literatura (los poéticos, los periodísticos, los académicos,
etc.) así como, en principio, todos los actos del habla (preguntar, convencer,
mentir, imprecar, etc.)... la sustancia expresiva en que se produce esos
géneros es la que existe en los tres componentes del significante radiofónico:
las lenguas habladas, la música y los efectos sonoros".
La radio trabaja con la
urgencia de la instantaneidad, por la cual en muchos casos la programación es
interrumpible en función de un hecho de último momento. Además, la programación
de cada emisora está estructurada en citas periódicas con la noticia. Por otra
parte, hay programas que, además de informar, tienden a encaminar a la
audiencia (Atorresi, 2005), y esto lo hacen gracias a lo que tratan en dicho programa; para que ello sea posible es
conveniente recurrir a los tantos géneros radiofónicos que existen en la
actualidad.
Según Ángel Ortiz, la
elaboración de programas y mensajes en soporte radiofónico, no deja de ser una
actividad creadora, de recreación. Lo que se escucha a través de la radio, no
es una reproducción, un calco de la realidad, sino más bien una recreación: una
realidad diferente, resultado de las transformaciones técnico-modales de la realidad
que se pretende transmitir. (Ortiz, 1995)
Los formatos y géneros radiofónicos
constituyen una amplia gama de opciones. Para elaborar y presentar el mensaje a
través de la radio, como ya sabemos son variados y numerosos, uno de ellos es
el informativo, que tiene como base principal a la noticia. Hoy en día ante la
avalancha de información que se procesa y la necesidad de segmentarla, conforme
a los variados intereses del público al que se dirige el trabajo. La redacción de
la noticia debe hacerse atendiendo los criterios básicos de textos para la
radio. Pero además atendiendo algunos criterios específicos relativos al
tratamiento de la información y sus elementos.
En la radio de hoy, es de
suma importancia estructurar los informativos y superar la mezcla tradicional
de informaciones que se hacía en los programas de noticias de larga duración. Debemos
recordar que la audiencia ya no escucha radio sentada en la sala de su casa,
compartiendo con los demás, porque sencillamente no tiene tiempo para eso. Las personas
oyen radio cuando van en su carro, trabajan en la casa, en la oficina o en el
arado, y no disponen de mucho tiempo para entender con detenimiento, y es ahí donde
el periodista radial, asumo yo, debe colocar el mayor ahínco posible para dar a conocer el mensaje que
llegue a la audiencia de tal manera que ellos presten atención, puedan sacar conclusiones y decidan a lo que
harán, es decir solo encaminaremos a nuestros oyentes.
Tradicionalmente se ha
considerado la información y el entretenimiento como dos géneros programáticos
distintos, pero hoy en día la radio generalista ha provocado su hibridación con
la aparición de magazines en directo de larga duración (pueden llegar a durar
más de cinco horas), que acaparan las mañanas y las tardes de los días
laborables y, en algunas parrillas, también las mañanas del fin de semana. Es
decir, puede considerarse como una consecuencia de la implantación de la
programación en bloque. Estos magazines han resultado ser altamente
competitivos, dan respuesta a la audiencia actual -mucho más exigente por su ya
larga experiencia como consumidora mediática- y, lo que es más importante, se
diferencian de lo que ofrecen las radios temáticas.
En la actualidad, existen modelos
claros: bien las secciones informativas aparecen claramente diferenciadas del
resto -concentradas en una parte del programa o intercaladas con los apartados
de entretenimiento-, o bien el estilo y contenido global es lo que provoca la
mezcla de ambos géneros y, por lo tanto, resultan inseparables desde el punto
de vista temporal. Las secciones de entretenimiento acostumbran a dedicarse al
humor y a concursos con participación del oyente, y la información suele
centrarse en la actualidad inmediata y en otros aspectos de interés para el
ciudadano, normalmente temas sociales y culturales. En general, dominan las
entrevistas hechas por el presentador y las secciones realizadas por
colaboradores.
Como estrategia para conquistar a un amplio público, esta estructura es muy eficiente. Por un lado, permite tratar temas muy diversos, lo que responde a la propia esencia de este tipo de emisoras. Por otra parte, favorece que la emisión tenga un ritmo adecuado. La unión de ambas características provoca el denominado efecto arrastre, porque favorece que el tiempo de escucha se alargue.
Como estrategia para conquistar a un amplio público, esta estructura es muy eficiente. Por un lado, permite tratar temas muy diversos, lo que responde a la propia esencia de este tipo de emisoras. Por otra parte, favorece que la emisión tenga un ritmo adecuado. La unión de ambas características provoca el denominado efecto arrastre, porque favorece que el tiempo de escucha se alargue.
Al contrario de los lectores
de prensa, los oyentes de radio no tienen la posibilidad de detenerse, ante una
información, analizarla o retroceder, para restablecer el sentido de una frase.
La fugacidad de los mensajes, exige al oyente de radio, una mayor atención,
sobre todo si se tiene en cuenta que, en muchas ocasiones, la radio no pasa de
ser un ruido simultáneo a otro tipo de actividades.
Entonces concluimos diciendo
que la radio del siglo XXI es, fundamentalmente, transmisora de ideas
expresadas en palabras. De ideas y palabras tan libres que podrán encontrar, o
no, eco en sus audiencias, que bien pueden aceptarlas o rechazarlas. Por
último, es importante destacar que la participación, se logrará solamente a
través de la práctica constante por parte de los ciudadanos, manteniendo su
atención en las cuestiones públicas, los debates y las acciones colectivas con metas
comunes a la sociedad.la influencia de los medios de comunicación, en este caso
el de la Radio.
ENLACES
REFERENCIAS:
ATORRESI,
Ana. Los Géneros Radiofónicos: Antología.
1° ed. Buenos Aires: Ediciones Colihue SRL; 2005.
DIDO, Juan Carlos. Manual del pequeño periodista ilustrado:
fundamentos y propuestas para el segundo ciclo.1° ed. Argentina: Noveduc Libros; 2000
ESTEINOU, Javier. Espacios de Comunicación 3. 1° ed. México: Universidad
Iberoamericana; 1998.
HAUSMAN Carl, BENOIT Philip, Producción en la Radio Moderna, 5° Edición Cengage Learning Editores, 2001
HAUSMAN Carl, BENOIT Philip, Producción en la Radio Moderna, 5° Edición Cengage Learning Editores, 2001
MARTÍNEZ, María. Los géneros radiofónicos en la teoría de la
redacción periodística en España, Luces y sombras de los estudios realizados
hasta la actualidad. España; 2004.
MARTÍNEZ, María. Información
Radiofónica. 1° Ed. Barcelona: editorial Ariel; 2002.
ORTIZ,
Miguel, VOLPONI, Federico. Diseño de
Programas de Radio: Guiones, Géneros Y Formulas. 1° ed. España: Editorial
Paidós; 1995.
PASTOR, Lluis. La rueda de la gestión de audiencias. España;
2006.
PASTOR, Lluis. Periodismo
zombi en la era de las audiencias participativas: La gestión periodística del
público II.1° ed. España:
Editorial UOC; 2010.
RODERO, Emma. Los principales errores que debe evitar todo
locutor de informativos radiofónicos: un estudio práctico. España.
VELASCO, Pablo. La luna; una experiencia radial en la caída
de Mahuad. Quito.
VILLAMIZAR,
Gustavo. Teoría y práctica de la radio.1° ed. Venezuela: El Nacional; 2005
VIDEOS:
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