Powered By Blogger

domingo, 11 de noviembre de 2012


DE LA MANO CON LAS AUDIENCIAS
RESUMEN: El periodismo radial, debe ir siempre de la mano con las audiencias, ya que los que hacemos radio, nos debemos a ellos, pues  recogemos la  información, la analizamos  y la damos  a conocer para que sean ellos los que  creen sus imágenes visuales y se realice interacción entre el medio y la audiencia; pero para ello hay que saber cómo y de qué manera contar las noticias.
PALABRAS CLAVES: Audiencias, géneros radiofónicos, periodismo radial, locutores, participación.
DESARROLLO:

Con el pasar del tiempo, el periodismo ha ido cambiando, sobre todo decimos esto ya que cuando observamos la realidad existente,  vemos como punto de partida la participación de las personas en los medios, ya que si de prensa se trata, debemos recordar que antes la participación de la población estaba limitada solo a las cartas al director que el público enviaba; pero como vemos actualmente, la participación ya no solo está limitada por eso, sino que con la nueva incursión del internet  y de los  nuevos avances tecnológicos, ahora la ciudadanía  con los medios pueden tener una mejor interacción.
Es raíz de esto todos los medios de comunicación,  buscaron  e implementaron nuevas formas para darles de esta forma participación a su audiencia, Luis Pastor dice que esta función de los medios que buscan responder al público, él denomina Gestión de Audiencias, ya que su único principio es descubrir cómo encontrar audiencias en un medio de comunicación para llegar a un periodismo participativo. La escucha es un  primer movimiento que acarrea otra de consecuencias trascendentales. El periodista escucha a su público, para que este le aporte información y se implique en el medio. La escucha del publico fueron el sístole y la diástole del corazón del periodismo cívico; la ciudadanía se convirtió en proveedora de información de los medios de comunicación (Fouhy, 1995).
Debemos de recalcar que cualquiera sea el medio de comunicación, siempre para sobrevivir debe tener un público que lo consuma ya que son ellos quienes en muchos de los casos son los gestores de la información que se emitirá en determinado medio. Además la tarea del periodismo cívico o participativo es no solo fomentar el diálogo entre los ciudadanos y publicar sus aportaciones sino que  esto ha hecho evidente que un gran número de ciudadanos se ha vuelto experto en una cuestión o tema concreto dando así lugar a los líderes de información.
Por periodismo cívico, comunitario, de contacto con la comunidad o de interés público, se entiende la acción de "retomar contacto con la comunidad, descubriendo lo que los lectores quieren y abriendo espacios para charlas de temas del interés público", sostiene el periodista brasileño Carlos Castilho.
Los medios de comunicación debían ser capaces, según el periodismo cívico o participativo de combinar todas las aportaciones tanto de los expertos como de los ciudadanos, en función del interés que tuvieran en cada caso cada una de ellas: “Hablando con más cautela el periodista debe entender claramente lo que debe saber por el público que no puede saberlo por nadie más, y lo que necesita saber por expertos, que no puede saberlo por nadie más. El periodismo debe crecer directamente de este conocimiento (Charity, 1995). Esto nos quiere decir que nosotros como periodistas debemos ayudarnos mayormente de todas las aportaciones que el publico nos ofrece para de esta forma emitir una buena información y que esta sea consumida por gran parte de la audiencia, que a su vez  pueda hacer suyo lo que hemos transmitido y así convertirnos en gestores de la participación ciudadana; ya que debemos tener en cuenta que el periodista ha sido moldeado para gestionar información, seleccionarla y explicarla para que el publico la entienda y comprenda, pues es esta la nueva función del periodista
El periodismo ha activado al ciudadano, puesto que lo ha escuchado y lo ha implicado en las informaciones, permitiendo que dialogaran entre ellos y lograran llegar así a consensos, o marquen los asuntos que sean de interés, este periodismo ha permitido facilitar la relación entre ciudadanos y periodistas, pero el peligro que siempre ha acechado al periodista que intenta mediar de manera directa entre los ciudadanos es que acaben tomando partido en el hecho o que se coloquen de lado de alguna de las partes.
La participación del público en los programas de radio, es una característica fundamental; Por eso, debemos, como buenos periodistas hacer que el publico participe y que su participación aporte a la mejora de un producto periodístico y también que aporte a  la mejora de  relación del medio – audiencia; pero para ello debemos tener en cuenta que pasos debemos seguir para animar la participación de nuestro público, para ello es recomendable saber cuál es nuestro mercado objetivo para de ahí crear nuestros géneros  o formatos periodísticos y darlos a conocer de una manera que podamos atraer la atención, y por ende gocemos con la participación ciudadana.
Como sabemos, la radio es un medio por excelencia, y gran parte de ello se lo debe a las audiencias, por ello quien hace radio debe aprender el manejo de las herramientas, necesarias para contar y construir los relatos informativos, pues esto es una ciencia, una técnica y un  arte difícil de adquirir. Una ciencia que deriva de la naturaleza sonora del medio que impone unas normas de funcionamiento específico, una técnica a la que hay que cuidar y pulir cada día, para  conseguir la eficacia comunicativa y que se adquiere para la construcción de un relato interesante, de la presentación autorizada y creíble, así como de una producción cuidada y una programación coherentemente planificada; por ello debemos aprender a hacer un buen tratamiento radiofónico de la información, delimitando los criterios de selección y valoración de noticias así como también debemos saber reconocer las fuentes de dicha información.(Martínez, 2002)
La radio es un medio de comunicación en el que interviene solamente un tipo de mensaje, el sonoro y un solo sentido, el oído, a través del cual se perciben los mensaje emitidos y los oyentes tienen mayores limitaciones que en otros medios, es por ello que el periodista radiofónico debe tener en cuenta los aspectos que condicionan la comprensión de los mensajes y el debe contribuir con una buena redacción y locución; como sabemos para la redacción es recomendable utilizar un estilo directo y escribir frases sencillas directas y concretas, para no producir  la complejidad de la información; en cuanto a la locución de los textos informativos, tienen que basarse en una correcta vocalización de los fonemas para evitar confusiones. Hay que tener en cuenta que el oyente se va a quedar con lo más importante, va a realizar una selección de los contenidos, que le ofrecen, los va a interpretar, por lo que demos escribir y hablar de una manera lógica y ordenada;  la voz del locutor en la radio resulta tan importante. Es más, resulta casi mágica; porque como el medio es sonido, la voz se convierte en el principal instrumento de trabajo de los periodistas radiofónicos. Se transforma en el enlace con el oyente, en el puente que materializa la comunicación con la audiencia, en el hilo invisible que conduce las informaciones. Como ésta es su importancia, debemos entonces exigir a los que nos hablan por la radio unas determinadas cualidades en sus voces. Porque no toda voz resulta mágica, aunque casi todas pueden alcanzar a serlo.
El oyente tiene derecho a oír y a entender, y los locutores de radio están obligados a hablar de modo tal que, como mínimo se les oiga y entienda, otra cuestión a la que se le toma mucha importancia es la pronunciación y la modulación de la voz y la entonación.
La voz, como grano de lo imaginativo, siembra en el oyente una serie de posibilidades que germinan con el tiempo y dan como resultado que el radioescucha encuentre una manera de integrarse al "nosotros" que le propone el locutor (quien antes postulaba el tú), con toda la carga social que representa el habla pública. Con la radio, el habla pierde su carácter privado y se inserta en lo social, para ser un gran nosotros que no pasa por alto a nadie. La radio, asegura la lingüista Josefina Vilar, "es habla pública, en esta caben todos los géneros de la literatura (los poéticos, los periodísticos, los académicos, etc.) así como, en principio, todos los actos del habla (preguntar, convencer, mentir, imprecar, etc.)... la sustancia expresiva en que se produce esos géneros es la que existe en los tres componentes del significante radiofónico: las lenguas habladas, la música y los efectos sonoros".
La radio trabaja con la urgencia de la instantaneidad, por la cual en muchos casos la programación es interrumpible en función de un hecho de último momento. Además, la programación de cada emisora está estructurada en citas periódicas con la noticia. Por otra parte, hay programas que, además de informar, tienden a encaminar a la audiencia (Atorresi, 2005), y esto lo hacen gracias a lo que tratan en  dicho programa; para que ello sea posible es conveniente recurrir a los tantos géneros radiofónicos que existen en la actualidad.
Según Ángel Ortiz, la elaboración de programas y mensajes en soporte radiofónico, no deja de ser una actividad creadora, de recreación. Lo que se escucha a través de la radio, no es una reproducción, un calco de la realidad, sino más bien una recreación: una realidad diferente, resultado de las transformaciones técnico-modales de la realidad que se pretende transmitir. (Ortiz, 1995)
Los formatos y géneros radiofónicos constituyen una amplia gama de opciones. Para elaborar y presentar el mensaje a través de la radio, como ya sabemos son variados y numerosos, uno de ellos es el informativo, que tiene como base principal a la noticia. Hoy en día ante la avalancha de información que se procesa y la necesidad de segmentarla, conforme a los variados intereses del público al que se dirige el trabajo. La redacción de la noticia debe hacerse atendiendo los criterios básicos de textos para la radio. Pero además atendiendo algunos criterios específicos relativos al tratamiento de la información y sus elementos.
En la radio de hoy, es de suma importancia estructurar los informativos y superar la mezcla tradicional de informaciones que se hacía en los programas de noticias de larga duración. Debemos recordar que la audiencia ya no escucha radio sentada en la sala de su casa, compartiendo con los demás, porque sencillamente no tiene tiempo para eso. Las personas oyen radio cuando van en su carro, trabajan en la casa, en la oficina o en el arado, y no disponen de mucho tiempo para entender con detenimiento, y es ahí donde el periodista radial, asumo yo, debe colocar el mayor ahínco  posible para dar a conocer el mensaje que llegue a la audiencia de tal manera que ellos presten atención,  puedan sacar conclusiones y decidan a lo que harán, es decir solo encaminaremos a nuestros oyentes.
Tradicionalmente se ha considerado la información y el entretenimiento como dos géneros programáticos distintos, pero hoy en día la radio generalista ha provocado su hibridación con la aparición de magazines en directo de larga duración (pueden llegar a durar más de cinco horas), que acaparan las mañanas y las tardes de los días laborables y, en algunas parrillas, también las mañanas del fin de semana. Es decir, puede considerarse como una consecuencia de la implantación de la programación en bloque. Estos magazines han resultado ser altamente competitivos, dan respuesta a la audiencia actual -mucho más exigente por su ya larga experiencia como consumidora mediática- y, lo que es más importante, se diferencian de lo que ofrecen las radios temáticas.
En la actualidad, existen modelos claros: bien las secciones informativas aparecen claramente diferenciadas del resto -concentradas en una parte del programa o intercaladas con los apartados de entretenimiento-, o bien el estilo y contenido global es lo que provoca la mezcla de ambos géneros y, por lo tanto, resultan inseparables desde el punto de vista temporal. Las secciones de entretenimiento acostumbran a dedicarse al humor y a concursos con participación del oyente, y la información suele centrarse en la actualidad inmediata y en otros aspectos de interés para el ciudadano, normalmente temas sociales y culturales. En general, dominan las entrevistas hechas por el presentador y las secciones realizadas por colaboradores.

Como estrategia para conquistar a un amplio público, esta estructura es muy eficiente. Por un lado, permite tratar temas muy diversos, lo que responde a la propia esencia de este tipo de emisoras. Por otra parte, favorece que la emisión tenga un ritmo adecuado. La unión de ambas características provoca el denominado efecto arrastre, porque favorece que el tiempo de escucha se alargue.
Al contrario de los lectores de prensa, los oyentes de radio no tienen la posibilidad de detenerse, ante una información, analizarla o retroceder, para restablecer el sentido de una frase. La fugacidad de los mensajes, exige al oyente de radio, una mayor atención, sobre todo si se tiene en cuenta que, en muchas ocasiones, la radio no pasa de ser un ruido simultáneo a otro tipo de actividades.
Entonces concluimos diciendo que la radio del siglo XXI es, fundamentalmente, transmisora de ideas expresadas en palabras. De ideas y palabras tan libres que podrán encontrar, o no, eco en sus audiencias, que bien pueden aceptarlas o rechazarlas. Por último, es importante destacar que la participación, se logrará solamente a través de la práctica constante por parte de los ciudadanos, manteniendo su atención en las cuestiones públicas, los debates y las acciones colectivas con metas comunes a la sociedad.la influencia de los medios de comunicación, en este caso el de la Radio.

ENLACES
REFERENCIAS:
ATORRESI, Ana. Los Géneros Radiofónicos: Antología. 1° ed. Buenos Aires: Ediciones Colihue SRL; 2005.
DIDO,  Juan Carlos. Manual del pequeño periodista ilustrado: fundamentos y propuestas para el segundo ciclo.1° ed.  Argentina: Noveduc Libros; 2000
ESTEINOU, Javier. Espacios de Comunicación 3. 1° ed. México: Universidad Iberoamericana; 1998.
HAUSMAN Carl,  BENOIT Philip, Producción en la Radio Moderna, 5°  Edición  Cengage Learning Editores, 2001
MARTÍNEZ, María. Los géneros radiofónicos en la teoría de la redacción periodística en España, Luces y sombras de los estudios realizados hasta la actualidad. España; 2004.
MARTÍNEZ, María. Información Radiofónica. 1° Ed. Barcelona: editorial Ariel; 2002.
ORTIZ, Miguel, VOLPONI, Federico. Diseño de Programas de Radio: Guiones, Géneros Y Formulas. 1° ed. España: Editorial Paidós; 1995.
PASTOR, Lluis. La rueda de la gestión de audiencias. España; 2006.
PASTOR, Lluis. Periodismo zombi en la era de las audiencias participativas: La gestión periodística del público II.1° ed. España: Editorial UOC; 2010.
RODERO, Emma. Los principales errores que debe evitar todo locutor de informativos radiofónicos: un estudio práctico. España.
VELASCO, Pablo. La luna; una experiencia radial en la caída de Mahuad.  Quito.
VILLAMIZAR, Gustavo.  Teoría y práctica de la radio.1° ed. Venezuela: El Nacional; 2005

VIDEOS:
AUDIOS: