PERIODISMO RADIOFÓNICO
RESUMEN: El periodismo radiofónico, induce a que la información sea difundida de manera
clara, concisa y sencilla. Para ello, es
necesario que el texto esté bien organizado y que facilite una buena lectura y sobre todo sea fácil de expresar en
voz alta. Edward Murrow, nos ha
dejado y legado grandes cosas
para ejecutar la programación
radial, ya que el nos ha enseñado que en Radio
las cosas se narran estando presente en
el lugar de los hechos y en tiempo presente, e s decir desechó de sus
criticas lo que olía a letra
escrita.
PALABRAS CALVES: Formatos,
géneros, Radiofónico, Emoción, Realidad.
Al hablar de periodismo radiofónico diremos que
es una forma de comunicación social,
a través del cual podemos dar a conocer los hechos de interés público por
medio de las ondas sonoras.
Para Cesar Hidalgo el
Periodismo Radiofónico, es
entregar noticias apenas
verificadas. No es la lectura de cables de noticias ni cables, ya procesadas por otros medios, como
diarios o revistas. Causan impacto
periodístico las transmisiones mediante equipos móviles desde los lugares mismos donde se ha
producido los hechos noticiosos (Hidalgo Cesar 1986)
Por tanto, el periodismo radiofónico, exige que la información sea difundida
de manera clara, concisa y sencilla.
Para ello, es necesario que el texto esté bien organizado y que facilite una buena lectura y sobre todo sea fácil de expresar en
voz alta. La lectura en radio hace necesaria una redacción cuidada y adecuada a
este medio, que debe hacerse de manera sencilla, mediante el uso de palabras y
oraciones comprensibles desde el punto de vista conceptual y fónico; requiere
un tratamiento especial ya que no
es lo mismo dar noticias por
radio que por televisión, ya que
como sabemos en la televisión nos ayuda el lenguaje visual,
mientras que en la radio esto
debe ser suplido por la forma en
cómo narramos la noticia. Por otro lado, conviene recurrir
a la reiteración de ideas, es decir, dar a conocer un contenido y proceder a su
reiteración con el objetivo de que la memoria del receptor lo retenga, ya que
el mensaje radiofónico es efímero.
En definitiva, el periodismo
radiofónico se resume en la siguiente premisa: Es contar todas las cosas que
pasan, en el momento mismo de los hechos, con toda la carga informativa o
emotiva y en el menor tiempo posible. Ya que el tiempo es valiosísimo cuando hacemos radio.
Si nos
remontamos en el tiempo veremos
que antes las
noticias se hacían en el estudio y dependían de los periódicos y de las
agencias de noticias, sin embargo
cuando apareció el gran Edward R.
Murrow, le proporcionó oralidad,
concreción y el sentido emotivo que
toda noticia radial debe
tener.
Murrow, le agrega la temporalidad
a la noticia radial, ya que el cuenta los sucesos desde el lugar de los
hechos; lo hacía utilizando
un lenguaje sencillo y
comprensible para todos, así mismo le
dio más importancia a los sonidos
reales y además intuyó que la radio se debe al oyente y apeló a los sentimientos más que a
la razón.
El comprendió que
las palabras que se decían debían
ayudar al oyente a crear imágenes
en su cerebro de lo que ellos podían captar y así reconstruyan los
hechos también sabía que como periodista
debía ser consciente de que se dirigía a un
público más amplio que los consumidores de la prensa.
La radio es el medio en el que algunos géneros del periodismo clásico
alcanzan su máxima expresión. Un ejemplo es la entrevista, el debate y la
tertulia. La adaptación de los géneros periodísticos a la radio se caracteriza
por la riqueza expresiva y el carácter personal que se incorpora al mensaje
transmitido. Las claves para una buena comunicación son contenidos concisos,
claros y directos. De esta manera se producirá un mayor efecto de atracción
sobre la audiencia.
La radio es cuestión de intimidad, casi como una relación pasional
entre emisor y oyente. Este pálpito lo hemos sustituido por la rutina
informativa, la narración fosilizada y el contenido predeterminado. Nuestra
radio trabaja la actualidad como la única forma posible de realidad, pero lo
real es lo permanente; no lo contingente, lo fugaz. Cada día la narración es
más rígida, más escueta, menos fresca. Hay mucha gente que "habla por la
radio" y muy poca que hace radio al hablar. Hemos perdido gran parte de la
capacidad de sorprender, de impulsar la imaginación, de medir el tiempo del
relato -e incluso su
oportunidad-; de entretejer la realidad y la emoción del verbo, la
actualidad y la estética, el esencial informativo y lo hemos sustituido por el monótono dar en
el mismo clavo durante horas, cada día de la semana. Información a golpe
de rueda de prensa y notas de los gabinetes de comunicación. Pues bien, los
tiempos han cambiado. El inmovilismo comunicacional en una sociedad dinámica se
paga con la exclusión.
Ahora bien en
este punto debemos sumergirnos y poner en
práctica todo lo que nos legó Edward R.
Murrow, para ello definiremos qué es
un género y qué es un formato. Por género
entendemos que son la
características generales de un programa y
por formato entendemos que
vienen a ser las estructuras de determinado
formato. Entonces, los géneros son los
modelos abstractos y los formatos los moldes concretos de la realización.
Un
formato es en esencia, la
organización de elementos de un programa, a menudo
grabaciones musicales, en una secuencia que atraiga y mantenga la
atención del segmento poblacional al que
una estación está buscando, por ejemplo
el formato “éxitos del momento” , se
elabora con las canciones más populares vendidas a una
audiencia compuesta principalmente por
los jóvenes y adolescentes.(Hausman Carl)
Entre
tanto también podemos hablar acerca de
la clasificación de los géneros, y para ello diremos que estos tienen su origen en el periodismo
escrito. Ahora bien, diremos que
el medio escrito existe
con el propósito principal de
informar , mientras que en el medio
audiovisual, el objetivo de informar
solo ocupa una pequeña parte de la
programación del medio.
Debemos
agregar que Mario kaplun, agrupó a los
programas en géneros musicales
y habladas y caracterizó doce
modelos o formatos, posteriormente
Walter Ouro Alves, enriqueció la tipología de Kaplun, que se basaba en la estructura y la complejidad.
Durante
la época de oro de la radio los
formatos incluían efectos de programación imaginativos y a menudo deslumbrantes, entre los cuales se incluía
el trabajo de orquestas sinfónicas.
También el apogeo del teatro
de la imaginación, pues los productores
apreciaron, en todo su valor el impacto de este medio de comunicación.
El
sonido que distingue a una estación es e
l conjunto de música, emisiones vocales, tiempo, ritmo, y otros elementos de
producción que s e combinan para crear
un perfil coherente e identificable.
La estación moderna diseña y afina con cuidado su formato para captar una audiencia objetivo cuantificable.
Los que hacen radio
moderna aun realizan su trabajo con
mucha imaginación. Hoy en día
se utilizan una amplia variedad de
elementos de radio tradicionales (además del nuevo equipo digital computarizado) para
crear efectos. A pesar de
los avances técnicos, la habilidad del radialista sigue siendo pieza fundamental.
Ciertamente
va en aumento la tendencia que se inició en la década de los setenta para hacer
de la radio un medio especializado con programación única. Sólo noticias, sólo
música, sólo deportes. Esta fragmentación abandona el paradigma de la
"radio total" y va en busca de los gustos personales de los oyentes.
La suerte, hasta la fecha, ha sido caprichosa con estas iniciativas. Cuando se
trata de radios musicales es más pronunciado el éxito relativo. Primero, porque
existe una cantidad sustantiva de oyentes que acuden a la radio como medio de
compañía. No olvidemos que uno de los grandes males de nuestras sociedades es
la soledad, cuya peor versión se ha inventado en Occidente: la soledad rodeada
del prójimo. La soledad acompañada, que es la peor de todas. Segundo, porque
las empresas dedicadas a la música tienen costos más reducidos. Tan reducidos,
que han llegado a eliminar locutores y técnicos porque la tecnología les
permite programar días enteros sin presencia humana.
En
todo caso, incluso estas emisoras se han dado cuenta que es imprescindible
darle alguna variedad al discurso musical. Por eso, por ejemplo, en Europa,
radio Sky incluye cada hora boletines informativos.
En
conclusión la radiodifusión, gracias a la tecnología y al paso del tiempo
también ha evolucionado y esto ha dado
paso a que los que hacemos radio tratemos de buscar las formas para que los oyentes se identifiquen
con la programación y puedan mantenerse
escuchándola, pero para ello hay que
saber llegar a la audiencia, y para lograr eso es necesario utilizar nuestra
imaginación, y decir las cosas como son
verdaderamente sin escaparnos de la realidad,
estructurando bien nuestras noticias.
SITIOS WEB:
REFERENCIAS:
ARAYA RIVERA Carlos, Géneros,
programas y formatos radiofónicos: algunas reflexiones para su distinción.
COMAS Eva,
El inventor del periodismo radiofónico. Estudio de las crónicas
radiofónicas de Edwar R. Murrow. Barcelona 2005
HAUSMAN
Carl,
BENOIT Philip, Producción
en la Radio Moderna,
5° Edición Cengage
Learning Editores, 2001
HIDALGO CALVO Cesar. Teoría y práctica de la propaganda contemporánea. Andrés Bello, 1986. p 132