EL PAPEL QUE CUMPLEN LOS SONIDOS EN EL LENGUAJE
RADIAL
PALABRAS
CLAVES: Audiencias/ Voz/ Credibilidad/ Mensajes/ Imaginación/ Capacidad/ radio
RESUMEN:
La radio es un medio que contribuye con la formación de las audiencias, ya que
gracias a los estímulos que proporciona,
las audiencias logran crear imágenes mentales y les permite echar a volar su
imaginación; pero para que el mensaje llegue de manera efectiva es necesario
que los radialistas utilicen técnicas locucionales y aprenda a educar su voz,
para con ello obtener más credibilidad.
La mayoría de seres humanos, hoy en día estamos
viviendo en una cultura predominantemente visual, y esto se da a través de la
televisión, anuncios, y muchos otras publicidades dirigidas a nuestros
ojos; pero muchas veces olvidamos que
hay un medio de comunicación que tiene un enorme poder de penetración en los
individuos de los diversos estratos sociales, grupos etáreos y económicos; con esto damos pase a un medio de
comunicación de gran influencia: la radio.
Al hablar de radio, nos referimos no solo al
aspecto técnico en ella involucrada, sino que también nos referimos a los
emisores (Locutores) y a los receptores (audiencia). Al definir a la audiencia
diremos que: es un conjunto de personas que reciben algún tipo de información
en un tiempo y lugar determinados; a estos receptores los dividiremos en
Destinario Potencial; que son los que se encuentran por algún u otro motivo en
un lugar determinado y donde es susceptible de recibir algún mensaje, y
Destinatario Real, que no es mas que el numero total de personas que reciben
mensajes a través de los medios.
En la actualidad nadie es ajeno a la
globalización y a sus cambios que esta trae consigo y si antes la radio era
escuchada en los hogares ahora esta es muchas veces escuchada vía internet y
como a los que consumen este medio se le denomina usuarios, así serán llamados los
oyentes que consumen la radio hoy en día.
En radio
se genera una situación comunicativa muy particular, en la que emisor y
receptor se ven sin ser vistos, se perciben espacios que nunca antes se
conocían y sobre la nada se dibujan auténticos paisajes, montañas, animales,
rostros, sonrisas, tristezas, etc. Es que la radio, como muchas veces se ha
dicho, es un medio ciego, pero también es un mundo a todo color que apela a la
imaginación y provoca un torrente de imágenes, todo para que el oyente quede
seducido por quien le propone la escucha.
En
muchas ocasiones nosotros hemos escuchado “la radio es el medio de la
imaginación”, y yo asumo que esto es verdad pues es gracias a ella que los
oyentes o radioescuchas pueden crear imágenes a través de lo que los locutores
dicen, en comparación con la televisión que por ser un medio que nos brinda las
imágenes ya estipuladas acerca de lo que nos quieren transmitir y bajo la cual
limita a los televidentes a la no creación de imágenes mentales, la mayoría de
personas opta por la radio; ya que ella permite que las personas echen a volar
su imaginación.
“En
los receptores, la radio, genera constantemente representaciones de imágenes,
que a diferencia de las ofrecidas por otros medios, no están limitadas por
espacios, pantallas, colores, o sonidos. Tampoco están circunscritas al
lenguaje radiofónico, el cual presenta una gran riqueza expresiva y extraordinarias
posibilidades de explotación. La capacidad de generar imágenes mentales en los
oyentes es, sin dudas, la principal especificidad de la radio como medio de
comunicación”. (P.M Pérez Roque, Radio Taíno, Cuba, 2008)
Para
llegar a la creación de estas imágenes mentales, la radio realiza el proceso de
la emisión de un estímulo sonoro y los encargados de captar o recibir el
mensaje son los radioescuchas, que dicho sea de paso aquí se cumple con tres
subprocesos: La Codificación; que es
un proceso continuo de selección de información, El almacenamiento, que viene a ser el proceso por el que se crea
una representación mental de larga duración acerca de determinada información
que ante ha sido codificada y la Recuperación
de lo transmitido; que es o se define como el proceso por el cual la
información que las personas hemos almacenado se activa.
Como
ya hemos visto anteriormente, se hablaba de la capacidad de la radio para hacer
que los consumidores de esta creen imágenes mentales, a partir de lo que los
locutores expresen en el micrófono, sin embargo las investigaciones que se
encuentran relacionadas con este aspecto, son muy escasas y hasta casi nulas;
en definitiva, la capacidad de la radio como medio creador de imágenes mentales
no se pone en duda. Sin embargo son pocos los estudios experimentales
realizados para demostrar este poder y escasa la literatura recopilada sobre
estos procesos de percepción. A continuación, trataremos de entender cómo se ha
explicado hasta el momento el proceso creador de imágenes a través del medio
radiofónico en la mente humana.
Por un
lado encontramos a aquellas investigaciones que exploran esta capacidad en
comparación con otros medios de comunicación y por otra parte están esas
investigaciones que se centran puramente en el medio.
En
radio hay que oír para creer, para saber, para sentir. Nuestras herramientas
son el sonido y su silencio, la única percepción del radioescucha para nuestro
mensaje son las ondas sonoras, pero interiorizadas exclusivamente por el oído.
Con el sonido y el silencio el radioescucha
construye imágenes mentales de la realidad, el
radialista las provoca. La no participación de la vista estimula una
percepción más activa respecto a otros medios, a diferencia de la fotografía,
la pintura, el cine o la televisión en
la que la actividad se centra en compartir la mirada del mediador a
través de una imagen bastante acabada,
en radio la audiencia tiene que complementar, reconstruir las imágenes mentales y sensaciones que estimula
el sonido. La radio sugiere, como la letra
impresa, demanda la creación de un mundo en el que el radiodifusor y su
público se convierten en cómplices.
Aunque
la palabra convence y atrae, la radio no solo es palabra, es también música y
sonidos y esa mezcla de códigos es lo que hace posible el poder de sugestión.
La radio suscita imágenes auditivas, en otras palabras nos hace ver a través
del oído, el reto del comunicador radiofónico es hacer ver y sentir las cosas
que transmite. En la producción de ese mundo de imágenes auditivas la música y
los sonidos son dos importantes auxiliares. Si la palabra cumple la función de
enseñar porque llega al intelecto, los sonidos sensibilizan la razón ya que
sitúan al individuo en determinado contexto o ambiente, posibilitando que el
oyente “vea” con su imaginación lo que deseamos describir, esta acción de
percibir, se complementa con la música, quien juega una función de hacer sentir
emociones que tratamos de comunicar.
Como
antes ya se hablaba del sonido en la creación de imágenes mentales; ahora
pondremos un poco más de énfasis en cuanto a los planos sonoros y a los efectos
que siempre se utilizan en las programaciones radiales, ya que de ellos y de la
capacidad de nosotros para combinarlos, depende que el mensaje radiofónico que
deseemos transmitir, llegue al oyente sin interferencias y que ellos comprendan lo que nosotros queremos dar
a conocer.
Nosotros
los radialistas utilizamos el lenguaje sonoro como un recurso para transmitir
sensaciones, conceptos o representaciones a través de sonidos; ya que con ellos
codificamos una serie de signos, con los que nuestros oyentes recrearán
determinadas situaciones.
Como
ya es sabido por muchos, algunos de estos sonidos, despiertan determinados
tipos de sensaciones anímicas a los receptores. El timbre, la armonía, el ritmo
musical, el silencio, etc. , en conjunto provocan en el oyente determinadas
impresiones de carácter universal; que le permiten al oyente identificar el
sonido escuchado o transmitido a través de la radio y les ayuda a asociarlo con un objeto, imagen o
situación registrados anteriormente.
Podemos
afirmar que el sonido que viaja a través de las ondas se convierte en lenguaje
desde el momento en que los oyentes somos capaces de interpretar el mensaje
(codificarlo), que se pretende transmitir,
decodificando los signos o los elementos sonoros convencionales que
contiene.
Antes
que la música y la palabra nos hable, un sonido puede perfectamente revelar
donde vamos, donde estamos o que estamos haciendo.
Los
sonidos muestran imágenes y situaciones, es por eso que el escritor radiofónico
antes de escribir debe oír lo que va a escribir y debe saber escoger entre los
mas variados sonidos que ingresan en nuestro oído, el sonido más típico y
representativo de la referencia que queremos presentar.
Al
igual que la música y la palabra, los sonidos pueden describir una escena, nos
pueden llamar a la reflexión, puede crear un ambiente sentimental o anímico.
Nos colorean, nos certifican, nos proyectan y también nos pueden ayudar a
decorar las situaciones
Hay
que destacar que algunas investigaciones, acerca del tema de lenguaje
radiofónico, recomiendan, emplear
palabras muy concretas, ya que estas estimularan la creación de más y mejores
imágenes mentales.
Si
bien es cierto, esas no son las únicas cosas que hay que tomar en cuenta para
hablar a través de un micrófono, pues también debemos rescatar la Credibilidad
de la voz, y aquellos aspectos
persuasivos que la misma posee y que harán que la comunicación con el oyente
sea ininterrumpida.
Muchos
personas a pesar de tener un televisor, por el cual observan lo que sucede, el medio que mas
consumen es la radio, ya que a ellos este medio de comunicación les resulta mas
confiable y creíble por el hecho que ellos consideran que es este medio quien hace
un mejor tratamiento de la información, pero esta credibilidad y confianza se
acrecientan por la actitud que mostramos los comunicadores, al momento de dar a
conocer algo; y esta actitud depende del estado de animo que tengamos, por lo
cual es importante que sepamos controlar nuestros sentimientos para hacer de
nuestra locución algo agradable a los oídos de los radioescuchas y que estos
capten el mensaje que transmitimos de forma adecuada y acertada.
Para
que todo lo anterior funcione a la perfección es necesario que se conozcan las
cualidades de la voz; como por ejemplo: la intensidad, el tono, el timbre y en
algunos casos la duración. La intensidad se refiere al volumen y fuerza con que
nosotros emitamos vibraciones producidas en las cuerdas vocales, es la energía
con la que impulsamos el aire hacia las cuerdas vocales; y esto es de gran
utilidad cuando nosotros deseemos diferenciar los significados de las palabras.
El tono viene a ser la elevación de la
voz y es el resultado del número de veces en que vibran nuestras cuerdas
vocales, con ello podemos clasificar los sonidos en agudos o graves. El timbre,
que no es otra cosa que la cualidad que individualiza cada voz. Determinado por
las características anatómicas, anímicas
y de entorno. Ninguna persona tuvo, tiene ni tendrá un timbre idéntico al de
otra, es lo que hace que una voz sea agradable o desagradable
La voz
es el vehículo preferente para la información conceptual. Por ende, nosotros debemos
tener una voz clara, bien timbrada y, sobre todo, inteligible, con el fin de
que transmita las ideas eficientemente; y para ello debe educar y entrenar su
voz, ya que una vez que lo haya conseguido, su credibilidad y su expresividad
serán mayores.
Esta
última cualidad propuesta por algunos autores, el la Duración; que se define
como: la que hace que los sonidos sean apreciables. Ésta cualidad está en
función a la cantidad de aire que seamos capaces de almacenar en los pulmones,
para luego espirarlo cuando hablamos.
Otro
de los aspectos importantes es el uso de las pausas, puesto que si son bien
empleadas ayudan a que los oyentes asimilen los contenidos, sin embargo si las
utilizamos mal, tienden a convertirse en un “ruido”. Hay que recalcar que las
pausas son necesarias para separar una idea de otra, para dar énfasis a una idea.
Las pausas bien empleadas son fundamentales para conservar el ritmo del
programa; y más aun para que el oyente pueda entender con facilidad el mensaje
transmitido.
La
credibilidad, es una cualidad que hace que el oyente se sienta atraído por la
radio, pues a nivel de la información para los radioescuchas, quienes le
cuenten de la manera mas objetiva y creible posible, se ganará su respeto y
admiración.
Como
sabemos la radio se caracteriza por su
inmediatez, e instantaneidad, y estas características ella se las ha ganado por
el trabajo que en ella se realiza, ahora en este tiempo, lo que nos corresponde
como radialistas es mantener ese prestigio, y eso lo conseguiremos gracias a
nuestras actitudes, pues debemos tener una voz adecuada, una buena dicción y
unas excelentes técnicas de locución y lectura. El sonido nos puede poner
felices con la música, el baile, o al tocar un instrumento musical, nos puede poner
melancólicos al escuchar sonidos de añoranza. Los sonidos también nos pueden
advertir del peligro, como en el caso de una sirena de incendio. A veces cuando
estamos solos en casa, el sonido de la radio o televisión nos puede
tranquilizar, la radio es la magia del sonido.
Para
muchos los sonidos en la radio son el igual que las fotos que acompañan a un
reportaje en la prensa escrita. Ellos dan una idea más gráfica del tema
tratado. Llevan al oyente al lugar de la noticia de una manera que las palabras
solas no lo pueden hacer. Los sonidos pueden ser del ambiente del lugar, pueden
evocar lo que pasó en el momento del hecho, o bien, presentar las voces de
quienes tienen conocimiento de los detalles de la noticia.
A
manera de conclusión diremos que este medio nos ayuda a recrear nuestra
imaginación por medio de las imágenes mentales y que la radio goza de un buen
prestigio a comparación de los otros medios, pero también asumo que será
responsabilidad del locutor que la
credibilidad que ahora posee siga creciendo, y esto se lograra gracias a la
actitud que nosotros como radialistas pongamos a la hora de desempeñar nuestra
labor como tal.
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Rosa,
ResponderEliminarTu trabajo es bueno, solo mejora tu capacidad aportante.