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sábado, 18 de mayo de 2013


EL PAPEL QUE CUMPLEN LOS SONIDOS EN EL LENGUAJE RADIAL
PALABRAS CLAVES: Audiencias/ Voz/ Credibilidad/ Mensajes/ Imaginación/  Capacidad/ radio
RESUMEN: La radio es un medio que contribuye con la formación de las audiencias, ya que gracias a los estímulos que  proporciona, las audiencias logran crear imágenes mentales y les permite echar a volar su imaginación; pero para que el mensaje llegue de manera efectiva es necesario que los radialistas utilicen técnicas locucionales y aprenda a educar su voz, para con ello obtener más credibilidad.
La mayoría de seres humanos, hoy en día estamos viviendo en una cultura predominantemente visual, y esto se da a través de la televisión,  anuncios, y muchos otras publicidades dirigidas a nuestros ojos;  pero muchas veces olvidamos que hay un medio de comunicación que tiene un enorme poder de penetración en los individuos de los diversos estratos sociales, grupos etáreos y  económicos; con esto damos pase a un medio de comunicación de gran influencia: la radio.
Al hablar de radio, nos referimos no solo al aspecto técnico en ella involucrada, sino que también nos referimos a los emisores (Locutores) y a los receptores (audiencia). Al definir a la audiencia diremos que: es un conjunto de personas que reciben algún tipo de información en un tiempo y lugar determinados; a estos receptores los dividiremos en Destinario Potencial; que son los que se encuentran por algún u otro motivo en un lugar determinado y donde es susceptible de recibir algún mensaje, y Destinatario Real, que no es mas que el numero total de personas que reciben mensajes a través de los medios.
En la actualidad nadie es ajeno a la globalización y a sus cambios que esta trae consigo y si antes la radio era escuchada en los hogares ahora esta es muchas veces escuchada vía internet y como a los que consumen este medio se le denomina usuarios, así serán llamados los oyentes que consumen la radio hoy en día.
En  radio se genera una situación comunicativa muy particular, en la que emisor y receptor se ven sin ser vistos, se perciben espacios que nunca antes se conocían y sobre la nada se dibujan auténticos paisajes, montañas, animales, rostros, sonrisas, tristezas, etc. Es que la radio, como muchas veces se ha dicho, es un medio ciego, pero también es un mundo a todo color que apela a la imaginación y provoca un torrente de imágenes, todo para que el oyente quede seducido por quien le propone la escucha.
En muchas ocasiones nosotros hemos escuchado “la radio es el medio de la imaginación”, y yo asumo que esto es verdad pues es gracias a ella que los oyentes o radioescuchas pueden crear imágenes a través de lo que los locutores dicen, en comparación con la televisión que por ser un medio que nos brinda las imágenes ya estipuladas acerca de lo que nos quieren transmitir y bajo la cual limita a los televidentes a la no creación de imágenes mentales, la mayoría de personas opta por la radio; ya que ella permite que las personas echen a volar su imaginación.
“En los receptores, la radio, genera constantemente representaciones de imágenes, que a diferencia de las ofrecidas por otros medios, no están limitadas por espacios, pantallas, colores, o sonidos. Tampoco están circunscritas al lenguaje radiofónico, el cual presenta una gran riqueza expresiva y extraordinarias posibilidades de explotación. La capacidad de generar imágenes mentales en los oyentes es, sin dudas, la principal especificidad de la radio como medio de comunicación”. (P.M Pérez Roque, Radio Taíno, Cuba, 2008)
Para llegar a la creación de estas imágenes mentales, la radio realiza el proceso de la emisión de un estímulo sonoro y los encargados de captar o recibir el mensaje son los radioescuchas, que dicho sea de paso aquí se cumple con tres subprocesos: La Codificación; que es un proceso continuo de selección de información, El almacenamiento, que viene a ser el proceso por el que se crea una representación mental de larga duración acerca de determinada información que ante ha sido codificada y la Recuperación de lo transmitido; que es o se define como el proceso por el cual la información que las personas hemos almacenado se activa.
Como ya hemos visto anteriormente, se hablaba de la capacidad de la radio para hacer que los consumidores de esta creen imágenes mentales, a partir de lo que los locutores expresen en el micrófono, sin embargo las investigaciones que se encuentran relacionadas con este aspecto, son muy escasas y hasta casi nulas; en definitiva, la capacidad de la radio como medio creador de imágenes mentales no se pone en duda. Sin embargo son pocos los estudios experimentales realizados para demostrar este poder y escasa la literatura recopilada sobre estos procesos de percepción. A continuación, trataremos de entender cómo se ha explicado hasta el momento el proceso creador de imágenes a través del medio radiofónico en la mente humana.
Por un lado encontramos a aquellas investigaciones que exploran esta capacidad en comparación con otros medios de comunicación y por otra parte están esas investigaciones que se centran puramente en el medio.
En radio hay que oír para creer, para saber, para sentir. Nuestras herramientas son el sonido y su silencio, la única percepción del radioescucha para nuestro mensaje son las ondas sonoras, pero interiorizadas exclusivamente por el oído.
 Con el sonido y el silencio el radioescucha construye imágenes mentales de la realidad, el  radialista las provoca. La no participación de la vista estimula una percepción más activa respecto a otros medios, a diferencia de la fotografía, la pintura, el cine o la televisión en  la que la actividad se centra en compartir la mirada del mediador a través de una imagen  bastante acabada, en radio la audiencia tiene que complementar, reconstruir las  imágenes mentales y sensaciones que estimula el sonido. La radio sugiere, como la letra  impresa, demanda la creación de un mundo en el que el radiodifusor y su público se  convierten en cómplices.
Aunque la palabra convence y atrae, la radio no solo es palabra, es también música y sonidos y esa mezcla de códigos es lo que hace posible el poder de sugestión. La radio suscita imágenes auditivas, en otras palabras nos hace ver a través del oído, el reto del comunicador radiofónico es hacer ver y sentir las cosas que transmite. En la producción de ese mundo de imágenes auditivas la música y los sonidos son dos importantes auxiliares. Si la palabra cumple la función de enseñar porque llega al intelecto, los sonidos sensibilizan la razón ya que sitúan al individuo en determinado contexto o ambiente, posibilitando que el oyente “vea” con su imaginación lo que deseamos describir, esta acción de percibir, se complementa con la música, quien juega una función de hacer sentir emociones que tratamos de comunicar.
Como antes ya se hablaba del sonido en la creación de imágenes mentales; ahora pondremos un poco más de énfasis en cuanto a los planos sonoros y a los efectos que siempre se utilizan en las programaciones radiales, ya que de ellos y de la capacidad de nosotros para combinarlos, depende que el mensaje radiofónico que deseemos transmitir, llegue al oyente sin interferencias y que  ellos comprendan lo que nosotros queremos dar a conocer.
Nosotros los radialistas utilizamos el lenguaje sonoro como un recurso para transmitir sensaciones, conceptos o representaciones a través de sonidos; ya que con ellos codificamos una serie de signos, con los que nuestros oyentes recrearán determinadas situaciones.
Como ya es sabido por muchos, algunos de estos sonidos, despiertan determinados tipos de sensaciones anímicas a los receptores. El timbre, la armonía, el ritmo musical, el silencio, etc. , en conjunto provocan en el oyente determinadas impresiones de carácter universal; que le permiten al oyente identificar el sonido escuchado o transmitido a través de la radio y les  ayuda a asociarlo con un objeto, imagen o situación registrados anteriormente.
Podemos afirmar que el sonido que viaja a través de las ondas se convierte en lenguaje desde el momento en que los oyentes somos capaces de interpretar el mensaje (codificarlo), que se pretende transmitir,  decodificando los signos o los elementos sonoros convencionales que contiene.
Antes que la música y la palabra nos hable, un sonido puede perfectamente revelar donde vamos, donde estamos o que estamos haciendo.
Los sonidos muestran imágenes y situaciones, es por eso que el escritor radiofónico antes de escribir debe oír lo que va a escribir y debe saber escoger entre los mas variados sonidos que ingresan en nuestro oído, el sonido más típico y representativo de la referencia que queremos presentar.
Al igual que la música y la palabra, los sonidos pueden describir una escena, nos pueden llamar a la reflexión, puede crear un ambiente sentimental o anímico. Nos colorean, nos certifican, nos proyectan y también nos pueden ayudar a decorar las situaciones
Hay que destacar que algunas investigaciones, acerca del tema de lenguaje radiofónico,  recomiendan, emplear palabras muy concretas, ya que estas estimularan la creación de más y mejores imágenes mentales.
Si bien es cierto, esas no son las únicas cosas que hay que tomar en cuenta para hablar a través de un micrófono, pues también debemos rescatar la Credibilidad de la voz,  y aquellos aspectos persuasivos que la misma posee y que harán que la comunicación con el oyente sea ininterrumpida.
Muchos personas a pesar de tener un televisor, por el cual  observan lo que sucede, el medio que mas consumen es la radio, ya que a ellos este medio de comunicación les resulta mas confiable y creíble por el hecho que ellos consideran que es este medio quien hace un mejor tratamiento de la información, pero esta credibilidad y confianza se acrecientan por la actitud que mostramos los comunicadores, al momento de dar a conocer algo; y esta actitud depende del estado de animo que tengamos, por lo cual es importante que sepamos controlar nuestros sentimientos para hacer de nuestra locución algo agradable a los oídos de los radioescuchas y que estos capten el mensaje que transmitimos de forma adecuada y acertada.
Para que todo lo anterior funcione a la perfección es necesario que se conozcan las cualidades de la voz; como por ejemplo: la intensidad, el tono, el timbre y en algunos casos la duración. La intensidad se refiere al volumen y fuerza con que nosotros emitamos vibraciones producidas en las cuerdas vocales, es la energía con la que impulsamos el aire hacia las cuerdas vocales; y esto es de gran utilidad cuando nosotros deseemos diferenciar los significados de las palabras. El tono viene a ser la  elevación de la voz y es el resultado del número de veces en que vibran nuestras cuerdas vocales, con ello podemos clasificar los sonidos en agudos o graves. El timbre, que no es otra cosa que la cualidad que individualiza cada voz. Determinado por las características  anatómicas, anímicas y de entorno. Ninguna persona tuvo, tiene ni tendrá un timbre idéntico al de otra, es lo que hace que una voz sea agradable o desagradable
La voz es el vehículo preferente para la información conceptual. Por ende, nosotros debemos tener una voz clara, bien timbrada y, sobre todo, inteligible, con el fin de que transmita las ideas eficientemente; y para ello debe educar y entrenar su voz, ya que una vez que lo haya conseguido, su credibilidad y su expresividad serán mayores.
Esta última cualidad propuesta por algunos autores, el la Duración; que se define como: la que hace que los sonidos sean apreciables. Ésta cualidad está en función a la cantidad de aire que seamos capaces de almacenar en los pulmones, para luego espirarlo cuando hablamos.
Otro de los aspectos importantes es el uso de las pausas, puesto que si son bien empleadas ayudan a que los oyentes asimilen los contenidos, sin embargo si las utilizamos mal, tienden a convertirse en un “ruido”. Hay que recalcar que las pausas son necesarias para separar una idea de otra, para dar énfasis a una idea. Las pausas bien empleadas son fundamentales para conservar el ritmo del programa; y más aun para que el oyente pueda entender con facilidad el mensaje transmitido.
La credibilidad, es una cualidad que hace que el oyente se sienta atraído por la radio, pues a nivel de la información para los radioescuchas, quienes le cuenten de la manera mas objetiva y creible posible, se ganará su respeto y admiración.
Como sabemos  la radio se caracteriza por su inmediatez, e instantaneidad, y estas características ella se las ha ganado por el trabajo que en ella se realiza, ahora en este tiempo, lo que nos corresponde como radialistas es mantener ese prestigio, y eso lo conseguiremos gracias a nuestras actitudes, pues debemos tener una voz adecuada, una buena dicción y unas excelentes técnicas de locución y lectura. El sonido nos puede poner felices con la música, el baile, o al tocar un instrumento musical, nos puede poner melancólicos al escuchar sonidos de añoranza. Los sonidos también nos pueden advertir del peligro, como en el caso de una sirena de incendio. A veces cuando estamos solos en casa, el sonido de la radio o televisión nos puede tranquilizar, la radio es la magia del sonido.
Para muchos los sonidos en la radio son el igual que las fotos que acompañan a un reportaje en la prensa escrita. Ellos dan una idea más gráfica del tema tratado. Llevan al oyente al lugar de la noticia de una manera que las palabras solas no lo pueden hacer. Los sonidos pueden ser del ambiente del lugar, pueden evocar lo que pasó en el momento del hecho, o bien, presentar las voces de quienes tienen conocimiento de los detalles de la noticia.
A manera de conclusión diremos que este medio nos ayuda a recrear nuestra imaginación por medio de las imágenes mentales y que la radio goza de un buen prestigio a comparación de los otros medios, pero también asumo que será responsabilidad del locutor  que la credibilidad que ahora posee siga creciendo, y esto se lograra gracias a la actitud que nosotros como radialistas pongamos a la hora de desempeñar nuestra labor como tal.


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